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Domingo, 28 Abril 2013 18:07

Joven se pierde ahogado en La Piedrera de Tlaquepaque Destacado

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Tras agotarse el oxígeno de los buzos que buscaban el cuerpo, elementos de Protección Civil peinaron el agua con redes. Informador Redacción

    • Hoy se reanudará la búsqueda del cuerpo

Al parecer, Marco Antonio Rivera, de 22 años, quedó exhausto mientras nadaba y no pudo alcanzar la orilla.

 

GUADALAJARA, JALISCO (28/ABR/2013).- “Si Dios dice ‘aquí te acabas’, aquí te acabaste”, justificó Roberto Rivera Ortega la muerte de su hermano, Marco Antonio, quien se ahogó la tarde de este sábado en La Piedrera, sitio ubicado en San Pedro Tlaquepaque, entre la carretera a Chapala y el Periférico.

El joven de 22 años salió por la tarde de su casa, en San Martín de las Flores; se fue con cuatro amigos a nadar al embalse que se forma en La Piedrera, una especie de fosa hecha por la extracción de materiales para construcción, décadas atrás.

A lo largo del tiempo, los medios han registrado historias de decenas de vidas que han terminado en la presa de ese lugar; pero todos los muertos no disuaden que más personas se aventuren a cruzar de lado a lado el foso, de cerca de 60 metros de ancho por más del doble de largo.

—A cada rato se ahoga gente ahí —contó un niño que llegó de curioso junto con otro en sus bicicletas.

—Sí, van como diez —dijo el otro, al menos en lo que recuerda en su corta vida. Lo que sí aseguraron fue que el año pasado tres fallecieron ahogados en La Piedrera.

—La prima de mi amigo se metió a nadar, pero ya no salió —aseveró.

Y acaso no sea un mito, pues gente de Protección Civil de Tlaquepaque se daba a la tarea de encontrar el cuerpo de Marco Antonio, que se ahogó y se perdió en el fondo del gran estanque.

Y se les acabó el oxígeno a los tanques a los rescatistas, razón por la cual, a la espera de apoyo de Bomberos de Guadalajara, se dedicaban a peinar la superficie del agua con una red, esperando atrapar al joven que no hallaban: “A ver si lo rescatamos hoy”, anticipó uno de los de Tlaquepaque, pues al parecer retomarían la búsqueda para la mañana del domingo.

A unos metros de los bomberos se encontraban los familiares de Marco Antonio, además de Roberto, Enriqueta Ortega Huerta, madre del fallecido, y numerosas mujeres y niños.

Tranquilos, esperaban con paciencia para ver si encontraban a su familiar; pero de dichos sabían que en La Piedrera mucha gente se pierde: “En la mañana me fui a la boda, le dije, ‘no te retires’, vienes a comer, (…) pero ya como le digo, vienen los amigos y se vuelan”. Las leyendas, abundó Roberto, dicen que a medias de la laguna artificial hay un pozo, y que cuando alguien pasa por el sitio el agua llega a jalar a la gente: “Yo creo que llegó el remolino y se lo llevó”, conjeturó Enriqueta.

Según los testimonios de los acompañantes de Marco Antonio, los cinco se metieron a nadar a La Piedrera para cruzar al otro lado; ya de regreso, los amigos aventajaron y Marco Antonio se quedó a la mitad, al parecer, exhausto, por lo que pidió ayuda a sus amigos. Al devolverse para auxiliarlo, ya no lo alcanzaron…

“Sí sabía nadar, es chingón pa’ eso, pero aquí se le durmió —dijo Roberto— (…). Nadie es culpable, hay que aceptar lo que Dios mande”.

 


El Informador

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