El hallazgo ocurrió en la zona serrana de la Costa Norte del estado justo en la división de los municipios de Talpa de Allende con Puerto Vallarta, donde un hombre que se encontraba buscando su ganado en la parte más alta de las montañas observó que a lo lejos algo destellaba con la luz del sol, por lo tanto camino más de dos horas para poder llegar a este lugar dándose cuenta que se trataba de una aeronave que se desplomó.
Regresó de nuevo caminando tardo más de tres horas debido a que la zona es de difícil acceso para informar de la situación al delegado del rancho La Última Mesa, quien dio aviso a la Policía Municipal y al personal del Ejército Mexicano, quienes tuvieron que esperar un día más para incursionar por la sierra, después tuvieron que dejar sus vehículos y caminar por veredas por espacio de dos horas hasta que llegaron hasta la cima del cerro Rompeguala donde estaba la aeronave estrellada.
Al revisar el interior de la Cessna en color blanco con la matrícula NG-139R encontraron que en su interior estaban los cuerpos de dos varones en avanzado estado de descomposición quienes eran los tripulantes.
Los soldados de la 41 Zona Militar con sede en Puerto Vallarta, se encargaron de asegurar el sitio para después llevar a cabo las labores de rescate de los infortunados, mientras que el personal de la Dirección General de Aeronáutica Civil señaló que dicho aparato se había extraviado desde el 25 de noviembre del año 2010, el último reporte que tuvieron que la avioneta despegó de la ciudad de Mazatlán, Sinaloa y tenía como destino a Zihuatanejo, Guerrero, pero se perdió del radar.
Al llevar a cabo la búsqueda correspondiente de por lo menos un mes no fue posible dar con la avioneta debido a que su ruta la había trazado por el mar.
También los pilotos de Protección Civil del Estado del Helicóptero Fénix, se hicieron presentes en la zona para ayudar en el rescate de los infortunados quienes fueron identificados como el piloto Manuel Vallarta Mejía, de nacionalidad guatemalteca y el pasajero Carlos Álvarez Orellana, quien era ciudadano de Estados Unidos.
La aeronave cubría la ruta de Chino California de la Unión Americana y su destino final era la ciudad de Guatemala, pero estuvo realizando varias escalas en México para recargar turbosina ocurriendo el accidente.
La búsqueda de la aeronave también dejó muerto a un policía de Puerto Vallarta que participó en la excursión luego que cayó a un desfiladero; estuvo perdido por varias horas pero fue encontrado ya sin vida.
Mientras tanto, los restos de los pasajeros de la aeronave y del gendarme fueron llevados a las instalaciones del Servicio Médico Forense del balneario jalisciense en donde le practicarían los estudios correspondientes.
Fuente: Antonio Neri, El Occidental