Agentes estatales indicaron que el móvil del asesinato habría sido problemas entre pandillas distintas de la zona.

La víctima fue identificada de manera preliminar como Carlos Alberto Berríquez Rodríguez, de 19 años, quien vivía en la calle Prisciliano Sánchez, entre Flor de Capomo y Agustín de Iturbide.

Seis balazos le dieron al joven, aunque le dispararon en al menos 16 ocasiones, pues igual número de casquillos fueron localizados por las autoridades al presentarse en la escena del crimen. Los disparos provenían de dos armas distintas, una de calibre 9 milímetros y la otra de 38 súper, según agentes de la Fiscalía General del estado.

En el lugar había varios jóvenes acompañando a Berríquez Domínguez, este lunes hacia las 22:00 horas, pero se retiraron en cuanto ocurrió la agresión directa en contra del muchacho.

Aparentemente, el joven asesinado intentó guarecerse de sus atacantes debajo de la camioneta Jeep que estaba estacionada afuera de su casa, pero aun así sus agresores le acertaron balazos en el rostro, en el pecho y en los brazos, según agentes estatales.

Familiares del finado estaban desconsolados y gritaban cuando el cadáver fue recogido por los peritos para trasladarlo al anfiteatro del Servicio Médico Forense.

Según versiones de los testigos, los sospechosos eran cuatro hombres que llegaron a bordo de un automóvil tipo Nissan Tsuru en color gris y escaparon con rumbo desconocido. Al interrogar a las personas que estaban cerca de la escena del crimen, los oficiales se encontraron con hermetismo por parte de la gente y resguardaron la zona hasta que se presentaron las autoridades ministeriales.

Juan Levario, Milenio