La confirmación del Papa les fue comunicada personalmente esta mañana por el arzobispo José Rodriguez Carballo, «número dos» de la Congregación vaticana de religiosos.
Poco después, el Capitulo General manifestaba en un comunicado que «esperamos poder redimir nuestra historia dolorosa y vencer con el bien las consecuencias del mal». El capítulo reprueba firmemente la escandalosa conducta del fundador y añade: «Nos apena que muchas víctimas y personas afectadas hayan esperado en vano una petición de perdón y de reconciliación por parte del P. Maciel y hoy queremos hacerla nosotros».
Cuatro consejeros españoles
El nuevo Gobierno General de la orden incluye, además del padre Eduardo Robles Gil Orvañanos, cuatro consejeros generales: el español Juan Jose Arrieta, el alemán Sylvester Heereman –que había dirigido interinamente la institución por enfermedad del padre Álvaro Corcuera-, y finalmente los españoles Jesús Villagrasa y Juan Sabadell.
El órgano directivo se completa con otros dos cargos: el mexicano José Gerardo Cárdenas Jiménez como Administrador General y el alemán Clemens Gutberlet como Procurador General.
El nuevo director general nació en Ciudad de México en 1952, se incorporó a Regnum Christi en 1975 y a la Legión de Cristo en 1977. Dos años después de su ordenación sacerdotal, desde 1983 a 1985, fue superior del Centro de Formación del tercer grado masculino en Cerro del Coto, Madrid. Posteriormente desempeñó otras tareas apostólicas en Brasil, Chile y México.
El delegado pontificio, cardenal Velasio De Paolis, le incluyó en 2011 en la comisión de acercamiento para atender a las víctimas de los abusos del fundador, Marcial Maciel.
La elección de los máximos cargos directivos está teniendo lugar en el marco de las nuevas constituciones y abre un período de transición hacia la normalidad en la orden.
El nuevo director general manifestó su confianza «en los legionarios, los consagrados y las consagradas, en los miembros de Regnum Christi. Ellos están dando su vida según el estado y condición al que han sido llamados. Si yo considerara que estoy solo, no hubiera podido aceptar».