El ex alumno se negó a liquidarle, pues no estaba conforme con el trato que recibía, pues no contaba con su código de estudiante ni conocía las calificaciones de las materias que ya había cursado, además de cuestionarle sobre el modo del pago puesto que normalmente lo hacen los alumnos en una cuenta bancaria o caja de la Universidad. Ante esto, Gräfate le dijo que si no le daba el dinero, no quedaría inscrito, lo que le llamó la atención pues en el correo electrónico afirmaba que ya había pagado.

Ucha Bonilla acudió ante la Procuraduría General de Justicia de Jalisco (PGJ) a interponer una denuncia penal contra el coordinador y contra quién resulte responsable del cobro irregular, según consta en la averiguación previa número 1678/2012.

Posteriormente se entrevistó con la jefa del Departamento de Lenguas Modernas, Olivia C. Díaz Pérez, que le dijo que no se le apoyaría con el boleto de avión para viajar a Alemania, pues argumentó que la UdeG tenía problemas financieros, lo que el ex alumno interpretó como una represalia.

Debido a esto pidió en repetidas ocasiones audiencia con el comité académico de la maestría y con la comisión de responsabilidades del CUCSH para evitar más venganzas en su contra, sin embargo no sesionaron sino hasta que Ucha Bonilla abordó al rector general de la UdeG, Marco Antonio Cortés Guardado, a quien le expuso su caso y le informó del cobro irregular.

Finalmente, tras una reunión de la comisión se resolvió el pasado 6 de junio que Ucha Bonilla no era alumno por no conseguir la calificación mínima de 80 durante su primer curso, esto a pesar de que ya había completado las materias del segundo semestre, por lo que no tenía derechos en la UdeG y no era procedente su reclamo.

Tras esto el ex estudiante regresó a la capital del país, no sin antes ratificar la denuncia que hasta la fecha no ha sido resuelta.