Tras la negativa de los trabajadores comenzó una discusión verbal que término a golpes, donde resultaron con lesiones tres clientes y la esposa de uno de ellos, quien además resulto ser conductor de Televisión Azteca México, y quien se encontraba en la ciudad de vacaciones.
Otros clientes al ver lo que estaba ocurriendo solicitaron el apoyo de la Policía de Guadalajara, quien al arribar al lugar fue agredida por los empleados del centro nocturno, quienes les arrojaron botellas de licor vacías desde el techo de la finca.
Al controlar la situación y hacerle una revisión al personal los uniformados encontraron en el bolsillo del capitán de meseros un arma blanca además de un aparato de nombre Skimmer o "bolillo" como se le conoce coloquialmente, el cual era utilizado para clonar las tarjetas de los clientes del Bar.
Los detenidos son: León Romero Sayavedra, de 24 años, y quien se desempeñaba como Capitán de Meseros; Freddy Martínez Torres, de 37, gerente del lugar; Raúl Pérez Castillo, de 36; Gerardo Daniel Vázquez Acosta, de 27; Héctor Vicente Olivares Murgia, de 30; y Cesar Daniel Acosta Rodríguez.
Agresores y agredidos fueron llevados a las instalaciones de la Policía de Guadalajara, en el sector siete, en donde se presentaron ante el juez municipal, donde por cierto fue regresado uno de los teléfonos, los cuales fueron valuados en 10 mil pesos.
Las seis personas capturadas fueron puestos a disposición del Ministerio Publico por los delitos de robo calificados, daños físicos, agresión en contra de la autoridad y por la clonación de las tarjetas, mientras que el bar fue clausurado por la autoridad municipal.
Fuente: Milenio
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GUADALAJARA, JALISCO (13/JUL/2012).- Por reclamar lo que era suyo, un periodista de reconocida televisora nacional fue golpeado por los empleados de un bar; policías tapatíos también descubrieron un aparato clonador de tarjetas de crédito en el antro.
El comunicador había acudido al lugar con razón social "La Diablita Cantina Bar", ubicado sobre la Calzada Lázaro Cárdenas, a su cruce con Fernando de Alba, en la Colonia Chapalita, en Guadalajara, junto con cinco personas.
Al terminar de departir en el lugar, pidieron la cuenta y salieron.
Al subirse a su coche, el periodista se percató de que accidentalmente había olvidado tres celulares de su propiedad en el lugar, y al regresar por ellos ya no estaban en la mesa, por lo que solicitó la presencia del gerente del lugar, Fredy Martínez Torres, de 37 años de edad, a quién le pidió la devolución de sus aparatos de comunicación, a lo que Martínez Torres le dijo que no estaban ahí (en el bar).
Al continuar con los reclamos, el periodista fue agredido por gente del lugar, un capitán de meseros que a su vez funge como jefe de seguridad y cuatro meseros más. No le regresaron sus celulares.
Acto seguido, el comunicador solicitó el apoyo de policías municipales de Guadalajara. A su arribo, los empleados del bar los recibieron a botellazos desde la azotea de dicho establecimiento, dañando la unidad policial número G-2017.
Luego de que los uniformados tapatíos tomaron el control de la situación, realizaron una revisión precautoria, lográndose recuperar uno de los celulares desaparecidos pero otros dos aparatos telefónicos nunca se encontraron. Uno es de la marca Porsche y otro Black Berry, que los afectados valuaron en aproximadamente 11 mil pesos.
Al continuar con el escrutinio, al capitán de meseros y también jefe de seguridad del bar, León Romero Sayaverda, de 28 años de edad, le hallaron un aparato para clonar tarjetas, conocido como "skimer", además de una navaja.
También fue detenido el gerente del bar, Fredy Martínez Torres, de 37 años de edad; Raúl Pérez Castillo, de 36; Gerardo Daniel Vázquez Acosta, de 27 años; Héctor Vicente Olivares Munguía, de 30 años, y César David Acosta Rodríguez, de 31 años.
Horas más tarde, personal de Reglamentos del Ayuntamiento de Guadalajara acudió al lugar y puso los sellos de clausura al establecimiento, mientras que continúan las averiguaciones.
Además de la agresión contra el comunicador, las autoridades también investigan otras anomalías del establecimiento.
Fuente: EL Informador