Mientras, diversas organizaciones civiles que trabajan para la defensa de los animales exigieron a las autoridades responsables una alternativa viable, legal y transparente para el albergue de animales exóticos, así como la regulación de la propiedad y venta de vida silvestre.
Explicó la funcionaria que la Profepa es la autoridad facultada para canalizar al tigre a un sitio adecuado, ya que por la edad que actualmente tiene, que es de seis meses, el Centro de Control Animal resulta insuficiente para su control, pese a los cuidados exhaustivos con que cuenta.
“Hacemos un llamado a la Profepa para que se resuelva esta situación, pues llega un momento en que nosotros no vamos a poder darle un seguimiento, porque este animal pronto requerirá un espacio mayor”, reiteró la funcionaria.
Ruíz Mejía precisó que el tigre es un animal silvestre con categoría de extinción, por lo tanto tiene el estatus de conservación y eso requiere ciertos cuidados que solamente la autoridad competente lo puede solucionar.
Por su parte, Guillermo Korkowski, titular del Centro de Control Animal señaló que el cachorro llegó de tres meses de edad y desde ese momento se le dio la atención adecuada, en un espacio amplio, aunque a la fecha, con seis meses, ya es insuficiente seguirlo conservando, por lo que reiteró la petición para que la Profepa continúe su seguimiento.
Organismos civiles piden una mejor vida para Albert
Diversas organizaciones civiles explicaron que desde mayo de 2012 Albert fue puesto en manos de las autoridades después del cierre del Parque Rehilete Alcalde. El dueño legal es una persona física de nombre Armando Basulto, quien, denunciaron, trafica con animales en peligro de extinción. Explicaron que Basulto rentaba al animal en cuestión al parque. Aparentemente, indicaron, se pretende devolver a Albert a su supuesto dueño legal, ante esto las asociaciones civiles exigieron a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) hacer una investigación de fondo. Los organismos de protección ambiental han entrado en contacto con un el santuario de vida salvaje de Colorado, en Estados Unidos, quienes están interesados en recibir al tigre para darle un espacio con su hábitat natural, por lo que intentan que las autoridades retiren a Albert de sus actuales condiciones para permitir el traslado.
Alejandro Velazco, La Jornada Jalisco