Le pegó a cuantos bancos quiso, asaltó joyerías, gasolineras y lo que se le pusiera enfrente, siempre resultaba impune en sus actos… hasta que se le acabó la suerte y fue aprehendido por la Fiscalía de Nayarit.
Por Gerardo Sandoval Ortiz
“A las armas, cabrones…” platicaba entre divertido y no uno de los hombres de Diego “La Yegua” Mendoza Cornejo. Al grito, agarraban las herramientas necesarias para hacer el trabajo planeado.
La especialidad eran los cajeros automáticos de bancos. Pero iban en donde sabían que había dinero. Gato hidráulico, pinzas, llaves, barras, sopletes, un diablito, eran las armas para hacer el trabajo. Un vehículo todo terreno para subir la carga (el cajero) era el complemento. En la tranquilidad de una cueva-casa de seguridad culminaba la obra. Era en ese momento cuando forzaban el cajero.
“La Yegua” es un célebre personaje oriundo de Las Juntas. Adquirió mayor fama cuando en el negocio de Esthela Fletes, el 13 de febrero de 2010 pudo escapar con vida de un atentado. Le infringieron dos heridas de bala. El pistolero le vació la carga de su pistola, cambió de cargador pero se le encasquilló el arma y se dio a la fuga. Hirió también a Jairo Jacobo Sandoval. Otro de los amigos de “La Yegua”, Martín Gabino Macedo quiso escapar en medio de la balacera, saltó un ventanal pero al caer a cuatro metros se fracturó la pierna.
En agosto del 2010 el Fiscal de Nayarit, Edgar Veytia informó de la aprehensión de un peligroso roba cajeros y asaltante de tiendas. Era Diego Mendoza “La Yegua” y lo habían atrapado en San Juan de Abajo. Extrañó que en horas, se corrigió la información y se negó después la detención del nativo de Las Juntas. Poco antes, había sido arrestado en Tomatlán cuando planeaba robar un cajero de banco. Pronto salió libre. Pero ya desde esa vez se supo del apodo de uno de sus socios: Era “El Fay”, ocasionalmente identificado erróneamente como el jefe de la banda.
LA JOYERÍA DEL MALECÓN
El peliculezco asalto en la zona del malecón de una prestigiosa joyería exhibió más datos de la banda de Diego Mendoza. Nunca las autoridades dieron mayores datos, detalles ni nombres de quienes cometieron tan certero asalto. Sin embargo, las autoridades deslizaron con discreción que era el hombre fuerte de Las Juntas y sus hombres quienes cometieron la osadía.
En los días de su indecisión de abandonar casa y pueblo, hecho algún jale, si era perseguido por policías era capaz de saltar al río y nadar al otro lado hasta pisar tierras de Nayarit. A salto y nado pudo escapar varias veces de la ley.
En Nayarit, como antes en Puerto Vallarta, Diego Mendoza se sentía cómodo. Es sabido que era protegido por varios comandantes. El pacto era partir el botín en las partes acordadas. En Bahía de Banderas consiguió también comprar protección de policías. Tuvo capacidad para negociar en los más altos niveles y prueba de ello fue su liberación en horas cuando su arresto de 2010 en San Juan.
En Las Juntas, Ixtapa y sus alrededores abundan las historias del grupo liderado por Diego Mendoza. En el castellano policiaco se trata de un pájaro de cuentas. Quizá una de las pocas injusticias que le atribuyen sus coterráneos fue el de un empleado de Aceros Ocotlán. Le banda planeó cometer asalto y robo. Se llevaron dinero, material, equipo y hasta camionetas. La empresa culpó ante las autoridades judiciales a uno de sus empleados de ser cómplice de los asaltantes. Lo despidieron pero no pudieron ofrecer pruebas de su deslealtad y de ser socio de los delincuentes. El muchacho, cuando se acuerda de aquella injusticia, sin culpar a "La Yegua” y su banda, suelta el llanto ante su desgracia. Perdió el trabajo y al poco tiempo a la familia. Hasta hoy en día no ha podido superar el trauma.
LA CAIDA
La información nueva llegó con el primer día de septiembre. Otra vez en Nayarit aprehendieron a “La Yegua”, corrió de boca en boca el chisme. Era cierto. Pero ahora no se cumplió el pronóstico de verlo otra vez libre.
Diego Mendoza había sido marcado varios años atrás. Los dueños de “la plaza” le marcaron el alto a sus fechorías y ellos intentaron matarlo en el antro del centro de Las Juntas.
Cuando aquella tarde en el negocio de Esthela Fletes, iban por él. Antes le habían advertido parar en sus asaltos y robos. No hizo caso y se ordenó matarlo. Más reciente, A principios de agosto, los vecinos de su familia en Las Juntas se alarmaron al notar la presencia de hombres armados frente al portón de la casona. A gritos entraron pero “La Yegua” no estaña en casa. Él cumplió a su parte al trabajar en Nayarit, no en Puerto Vallarta.
EL “CALIENTA PLAZAS”
En los últimos cuatros años, su centro de operación eran los negocios de Nayarit. Por “calienta plazas” fue obligado a abandonar su pueblo y, prohibido” trabajar en Puerto Vallarta, se centró en el sur de Nayarit. Sin embargo, de vez en vez aparecían en negocios de Tepic y Xalisco. En solo dos años, del 2012 al 2014 sumó diversos “trabajos” y en la Fiscalía General de Justicia sumó siete órdenes de aprehensión por igual número de asaltos.
A Nayarit llevó su grupo. A “el güero” lo atraparon al lado de él el último día de agosto. En colaboración con agentes judiciales de Jalisco, en horas fueron por “el bocinas” a Las Juntas y cargaron con él hasta Tepic. Otros de la banda se escondieron y siguen libres.
“La Yegua” asoló negocios desde Tepic hasta San Juan de Abajo. En la capital una vez se llevó un cajero de Banorte y uno más del Banco HSBC. Atracó en Xalisco la tienda Coppel en el 2012. En La Peñita de Jaltemba le atribuyeron a su banda el asalto a la tienda Le Express. Asaltó también oficinas y gasolinería del ejido de aquel balneario de Nayarit.
El fiscal de Nayarit, Edgar Veytia le puso precio a su cabeza cuando supo que después de negociar su libertad en el 2010 mantenía aterrorizando los negocios de la capital y sur del estado. Ordenó a un grupo especial trasladarse y buscarlo en Bahía de Banderas hasta atraparlo en San Juan de Abajo. Los sabuesos de Veytia sabían dónde hallarlo y en horas lo ubicaron y lo llevaron ante el fiscal. Desde el primer día de septiembre está bajo su custodia y le fincó diversos delitos, entre ellos el robo calificado y la asociación delictuosa. Ya no se animó a negociar. En Las Juntas les cuesta trabajo aceptar que “La Yegua” ya no pudo salir libre.
Vallarta Uno