El problema de las lámparas led, explicó el director de la División de Ingenierías del Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías (CUCEI), es que no están desarrollados para alumbrar sino para iluminar. Un ejemplo de iluminación, señaló, es la pantalla de una computadora o un celular, “pero si lo queremos para un alumbrado público, es muy difícil que te dé un cono de luz a la superficie que quieres iluminar. El led te lo da en forma de cortina y además no te de la intensidad luminosa”.
Lo anterior implica que se genera un efecto “cebra”, pues hay una franja de luz por una de total oscuridad. Las ciudades que los han colocado, instalan una muy cerca de la otra, pero eso eleva considerablemente su costo, afirmó Gómez Reyna.
A pesar de que la mayoría de los académicos y técnicos que conocen del tema, han advertido sobre los problemas de inseguridad que crearía este deficiente sistema de iluminación, el pasado 15 de agosto el Ayuntamiento de Zapopan, a través de la Comisión de Adquisiciones, aprobó la compra de 8 mil 500 luminarias, por las que tendrá que pagar 47 millones de pesos.
Para pagar esa cantidad, el municipio contrajo deuda con Banobras y contrató a dos empresas, Pounce Consulting y Lámparas Ahorradoras de Estado Sólido. Según el alcalde Héctor Robles Peiro, el crédito se pagará con el ahorro.
Pero no es el único municipio del estado. En julio pasado, el Ayuntamiento de Zapotlanejo contrató deuda por 40 millones de pesos para renovar el alumbrado público. Servirá para instalar unas 4,500 lámparas led.
Por su parte, el Ayuntamiento de Tonalá busca a través de inversión público-privada, que también genera efectos similares a la deuda en las finanzas municipales, 300 millones de pesos para reemplazar 21 mil luminarias por led.
Gómez Reyna afirmó que otro problema es que las lámparas led necesitan alimentación de corriente directa, por lo que los ayuntamientos además tendrán que instalar convertidores de corriente, pues la que proporciona la Comisión Federal de Electricidad es alterna. Además, para que el sistema no falle, se requiere que no haya variaciones en el voltaje, lo que en México es prácticamente imposible.
En casi todos los municipios del país que se han instalado estos sistemas de iluminación, afirmó “han tenido muchos problemas, porque los municipios se endeudan y al rato están todas las lámparas apagadas, porque son muy caras”.
Afirmó que los países donde se utilizan se destinan a parques, andadores o centros comerciales, que son espacios más pequeños en donde la iluminación que se requiere es menor y también se puede tener control del voltaje.
Pero la “moda” de los led no es de las actuales administraciones municipales. Estos cambios abundaron en las anteriores, incluso con una empresa que se aseguraba era propiedad de uno de los hermanos del ex gobernador Emilio González, llamada Led Lumina, contratada principalmente por gobiernos panistas.
Fue así que municipios como Autlán y Chapala adquirieron deuda y concesionaron el servicio por quince y 20 años, respectivamente. Esa empresa fue contratada recientemente por el Ayuntamiento de Puerto Vallarta, que gastaría 42 millones de pesos. Pero incluso, lo hicieron en 2012 municipios de otras entidades, como Ahuacatlán, Nayarit, y Ensenada, Baja California, ambos ahora con problemas legales y dificultades para prestar el servicio.
Se cuestionó a Gómez Reyna sobre por qué los municipios hacen estos contratos, sabiendo las desventajas. Respondió que “nadie vende pan frío, entonces muchas de las empresas les pintan muy bonito el panorama y los jefes de alumbrado no tienen información”; tampoco descartó que haya casos de corrupción. Afirmó que ningún municipio en el país que ha contratado el servicio, funciona.
Sonia Serrano, Milenio