El funcionario explicó que el costo por manejar estos endeudamientos es de alrededor de 35 millones de pesos y que esto significa una carga importante, aunque todavía manejable. Explicó que por ello están haciendo esfuerzos por reducir la carga que significa para el erario, lo que deberá llevar a una eventual renegociación de la deuda y a mantener una política de austeridad.
“Yo no sé si están enterados, pero en los últimos tres meses hemos logrado recortar 300 personas y seguiremos con la idea de adelgazar la nómina porque son 4,300 trabajadores y por año eso nos consume alrededor de 1200 millones de pesos cuando el presupuesto de San Pedro anual no llega a 1800 millones”, destacó.
González Fierros señaló que el alcalde que entrará en funciones a partir del 1 de octubre, Alfredo Barba Mariscal, está conciente del problema que hereda y mantendrá la política de austeridad, según se lo ha comentado. De la deuda pública total de Tlaquepaque, 300 millones se adquirieron en esta administración, que le tocó arrancar a Miguel Castro Reynoso, pero asegura que se uso escrupulosamente para obra y que el resultado está visible en la mejoría de la infraestructura urbana del municipio.
Milenio