Guadalajara. La Unidad de Hemodiálisis del Antiguo Hospital Civil de Guadalajara (HCG) se encuentra a tope. Veinte máquinas dan el soporte a igual número de enfermos cuyos riñones ya no funcionan, y después de estar pegados tres horas y media al aparato que ‘filtra’ su sangre -en una suerte de autotransfusión sanguínea que extrae el líquido rojo, lo ingresa al aparato que lo trata con fármacos y lo reintegra limpio al cuerpo, mantendrán la esperanza de sobrevivir con calidad. Lograrlo dependerá de cumplir este ritual tres veces por semana. Entre ellos se encuentra Giovanna Jiménez, una joven de veinte años cuyo vientre abultado sobresale: tiene ocho meses de embarazo y dializarse es la opción de vida también para la hija que espera.
“No crecieron bien mis riñones”, explica esta mamá –su primogénito tiene tres años de edad y no se sabía enferma hasta el segundo mes de este embarazo- quien debe recorrer dos horas y media de camino desde su hogar en Acatlán de Juárez sólo para llegar al hospital, y luego de vuelta… cuatro veces por semana dada su condición de gestante.
Esta Unidad ha atendido a siete mujeres embarazadas desde octubre pasado. Dos perdieron a sus bebés. “Me dicen que yo voy bien, me siento bien. Sólo salgo cansada”, dice Giovanna con voz firme, animada por Sara Reyes Morales, enfermera que labora aquí desde hace 17 años: 17 es la edad de su paciente más joven, 17, son los años en hemodiálisis del sobreviviente más antiguo en esta Unidad. Un milagro, admitió.
Las malformaciones y el desarrollo anormal de estos órganos son una de las causas de enfermedad renal crónica (ERC), pero a los especialistas les preocupan otras que la han disparado en los últimos años: la diabetes mellitus tipo 2 y la hipertensión arterial. “Suman el 60 por ciento de los casos”, señaló el fundador y jefe del Servicio de Nefrología del HCG, Guillermo García García, también presidente de la Federación Internacional de Fundaciones Renales y un activo promotor de la prevención de este padecimiento.
La ERC es un problema de salud mundial. En México se estima que hay diez millones de personas con algún grado de daño en los riñones. En Jalisco, unas 700 mil, refirió. La insuficiencia renal crónica (IRC) es la fase más avanzada, cuando se pierde la mayor parte de las funciones de los riñones y se requieren terapias de soporte para sustituirlos: diálisis peritoneal o hemodiálisis.
Actualmente menos del 1 por ciento de los enfermos del riñón están recibiendo diálisis. “Muchos de los portadores de la ERC fallecen antes de llegar a diálisis, porque esta enfermedad incrementa el riesgo de muerte cardiovascular. Diría yo que 99 por ciento de los pacientes fallecen porque no hacemos ningún tipo de intervención para prevenir esta muerte, ni para retardar el deterioro de la función renal”, sostuvo García.
El trasplante es la otra opción y la única que cura, pero es aún más difícil de llegar a ella, comentó el médico Ignacio Díaz Padilla, internista y nefrólogo en el medio privado. “En México once mil personas esperan un órgano para trasplante. En lo que va de 2015, hasta la semana pasada se habían realizado 254 trasplantes renales… en 2014 se consolidaron alrededor de 700”, puntualizó. La brecha se debe a la escasa donación cadavérica y a la falta de impulso a este programa, pues Jalisco es líder en trasplante renal de vivo a vivo en México, pero eso no cubre la demanda de quienes requieren un riñón.
Mientras llega el donante, sólo 54 por ciento de la población tiene seguridad social y en teoría, derecho a diálisis peritoneal o hemodiálisis –no todos llegan- y el Seguro Popular no las cubre. Su costo anual, entre 70 y 300 mil pesos al año en promedio, es sufragado con apoyos asistenciales, de asociaciones civiles y del bolsillo del enfermo o su familia.
Con 200 pacientes inscritos en tres turnos, lleno de lunes a domingo, la Unidad de Hemodiálisis del HCG (el hospital absorbe la mayor parte del costo), está a tope. Y hay lista de espera. Entre los compañeros de sala se dan ánimos: confían en dejar su lugar a otro tan pronto llegue el órgano deseado. “No se van más de cinco a seis al mes. A mí me gustaría que hubiera más apoyo en trasplante, como lo hay para VIH”, dijo la enfermera Sara.
Claves
Del daño renal
En Jalisco
- Se estima que hay 700 mil personas con algún grado de daño renal.
- Más de 2,800 enfermos renales en diálisis.
- 473 trasplantes renales se realizaron en 2014. La mayoría por donación de vivo a vivo.
- 11 por ciento anual de incremento de enfermos en diálisis en Jalisco.
- Jalisco es el primer lugar en casos nuevos detectados por cada millón de habitantes de ERC, superando a Taiwán, Estados Unidos, Japón, entre otros, con 467 casos por año por cada millón de habitantes.
En México
- Suman diez millones de personas con algún grado de daño renal.
- Más de 30 mil personas en diálisis.
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Continúa la prevención vs enfermedades renales
Este segundo jueves de marzo, la conmemoración del Día Mundial del Riñón cumple su décima edición, una iniciativa de organismos civiles –la Sociedad Internacional de Nefrología y la Federación Internacional de Fundaciones Renales- que buscaron alertar sobre la gravedad de la enfermedad renal. A diez años de distancia, se ha comprobado la advertencia “de lo frecuente y letal que es este padecimiento”.
En 2015, el mensaje a la población, profesionales de la salud y tomadores de decisiones es que la ERC puede prevenirse o detener su impacto. Promueve el chequeo de la función renal, mediante el examen general de orina; y otra prueba que mide la concentración de creatinina en sangre, para calcular el porcentaje de función que tienen los riñones. Estas pruebas se deben aplicar sistemáticamente a pacientes con diabetes o hipertensión arterial.
En víspera del Día Mundial del Riñón, la Secretaría de Salud Jalisco anunció que firmará este mes un convenio de colaboración con la Red Internacional para la Prevención de la Enfermedad Renal Crónica (RIPERC) con sede en Bogotá, Colombia, para mejorar la calidad de vida de los pacientes en riesgo o con diagnóstico de ERC. La RIPERC eligió a Jalisco primero por ser el único estado en el país que cuenta con un sistema y estricto para el control de datos de la ERC, como lo indica el Sistema de Datos de Estados Unidos (United States Renal Data System).
Maricarmen Rello, Milenio