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Domingo, 12 Abril 2015 01:31

Ya no hay diferencias entre ser empleado o freelance: Vanesa Robles

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"El último diario para el que Vanesa Robles reporteó como empleada fue Público. Desde entonces se dedica al periodismo como freelance. ¿Cuáles son las dificultades que enfrenta un periodista para comenzar a trabajar por su cuenta? En entrevista para Revista Colibrí, la periodista tapatía dice para aquellos que tienen esa duda: “No es posible estar peor de lo que ya se está”

 

Yo creo que antes había ventajas y desventajas. Creo que en este momento ya no. La mayoría de mis compañeros que están trabajando en las empresas periodísticas no tienen prestaciones sociales”.

Vanesa, además de ser periodista independiente, también es docente en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO). Sobre la precariedad laboral en los medios de comunicación locales, menciona que las empresas contratan gente con esquemas laborales dentro de la economía neoliberal.

“La gente no tiene seguro social, no tiene condiciones mínimas. La única diferencia entre el diarismo y el freelance es que puedes darte el lujo, cuando tienes lana, de rechazar cosas que no te interesen o que no vayan con tu pensar y trabajar temas propios. Es lo único”.

Desde el lado del freelance, la periodista menciona otro problema: “Nadie compra tu trabajo o no hay nadie que quiera pagarlo justamente”. En su experiencia, para construir sus crónicas o reportajes ha requerido de viajes, invitaciones a comer para hacer entrevistas y otros gastos que salen de su cartera; todo para que al final le paguen 800 pesos por el producto de ese trabajo reporteril en el que ha invertido hasta dos semanas.

La reportera, quien actualmente escribe una columna en el periódico máspormás en Guadalajara, afirma que la responsabilidad de las nuevas condiciones laborales y económicas en las empresas periodísticas está dividida entre dueños, directivos y trabajadores de la información.

“Nosotros tenemos la culpa de no exigir mejores condiciones. Nadie debe trabajar de gratis, ni los practicantes. No sé de qué depende el pago, creo que depende de la empresa, pero también creo que depende de nosotros; por ejemplo, si hay alguien dispuesto a agarrar la chamba cuando hay un recorte súper injusto, entonces esa persona es un esquirol, y si hay alguien que está dispuesto a trabajar de a gratis, pues está jodiendo a todos, y la verdad creo que las empresas son muy aprovechadas”.

Los prejuicios estorban

Para nadie es un secreto que la crónica es el género predilecto de Vanesa Robles. Y sabe explotarlo. Sus historias la han hecho acreedora a premios como el Nacional de Periodismo Cultural Fernando Benítez (2000), el Jalisco de Periodismo en tres ocasiones (2001, 2008 y 2013), y otro por parte de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano en el 2002, en la categoría radio.

¿Cómo empiezas (con una historia)?

“Platicando con la gente que te encuentras en el camión, la que te encuentras en tu chamba, sin prejuicios, porque luego hay cronistas que dicen que con los ricos no; pues yo sí, con todos, me da igual”.

Para Vanesa, la curiosidad y la sinceridad resultan parte importante como primer paso para abordar a una persona que queremos que nos cuente su historia; sin embargo, dice que no existe un método específico, pues la crónica se va nutriendo de recursos, lecturas y técnica que con el tiempo genera un estilo propio.

¿Hay alguna técnica?

“Pues hay un montón. Mi método es pensar, antes de escribir, más o menos mi estructura. A la entrada yo la llamo ‘feroz putiza en el acto’, que es como la seducción, cómo vas a seducir a un lector; pero eso también se aplica en la noticia, en el reportaje y en la entrevista: si no hay feroz putiza en el acto, la gente se va”.

 

HAY QUE ENCONTRAR EL ÁNGULO

El desgaste que tienen ciertos temas dentro de los diarios no es un impedimento para abordarlos desde la crónica; incluso, Vanesa Robles menciona que es un pretexto para buscar otros ángulos por narrar.

“La forma de cambiar es mirando hacia otro lado. Por ejemplo: en Mural son tan legalistas que no se fijan en las minucias. Detrás de un vendedor ambulante sí hay una manipulación del PRI, pero también está la historia de una persona que se quiere ganar una lana para mantener a sus hijos, y que atrás de esa persona hay un sistema neoliberal que no le permite encajar en un empleo formal, o que le permite encajar en condiciones verdaderamente terribles, y eso no lo critican. Critican al vendedor”.

Sobre la efectividad de cada historia, la periodista menciona que depende en su mayoría de la selección del tema, de los recursos, el tiempo y la investigación; pero, sobre todo, depende de la forma en que la historia sea narrada a los lectores.

¿Cuáles son las crónicas que no son efectivas?

“Las que están contadas de manera cronológica. Cuando tú dices: ¿cuál es la historia aquí? Dices ‘ahorita la vemos’, y empiezas a escribir, pero no vas a ninguna parte. (Lo mejor es que) desde que te sientas dices la historia que vas a contar es: hay una viejita en la cárcel porque mató a su esposo que la maltrataba. Esa es la historia, no es ninguna otra. Siempre tengo muy claro el principio”.

Por Nayeli Martín del Campo, Revista Colibrí

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