Recibió en el año 2010 como subsidio ordinario 5,672,753,626.00 de pesos y como subsidio extraordinario 48,932,440.00 de pesos.

Por mandato de la Constitución mexicana, la educación pública debe ser gratuita, no obstante, la Universidad de Guadalajara exige a los alumnos el pago de aportaciones que son inconstitucionales, bajo el subterfugio de que son "aportaciones voluntarias", y en el año 2010 obtuvo 15,000.000.00 de pesos por este concepto y 120,000.000.00 por "donativos". Es el caso, que si un alumno de la Universidad de Guadalajara no paga la supuesta "aportación voluntaria" de 250.00 pesos o más, entonces el alumno es privado de recibir la educación gratuita y es rechazado por la Universidad de Guadalajara, esto, con la complicidad del rector Marco Antonio Cortés Guardado, no importando que el alumno sea un excelente estudiante.

Cada año, la mayoría de los alumnos aspirantes a ingresar a estudiar en la Universidad de Guadalajara, es rechazado por falta de cupo. La Universidad de Guadalajara, Raúl Padilla López y el rector Marco Antonio Cortés Guardado están enfocándose cada vez más a cambiar de giro a la Universidad de Guadalajara, de la educación al comercio, y actualmente tienen más interés en administrar centros comerciales, teatros, hoteles, clubes deportivos, inmobiliarias, agencia de viajes, producción de cine y televisión, ferias, estacionamientos, esto, sin tener casi utilidad alguna, ya que en el 2009 gastó estimadamente en sus empresas 349,167,346.00 de pesos y tiene que pagar además los intereses y abonos del crédito otorgado al Auditorio Metropolitano, por lo cual, en lugar de estar invirtiendo en la educación se está perdiendo o distrayendo y despilfarrando los recursos de la Universidad en otros rubros, lo que trae como consecuencia menos ingreso de alumnos a la Universidad.

Los ciudadanos jalisciences deben exigir transparencia en el manejo de los recursos económicos de la Universidad y hacer que se audite realmente a la Universidad, porque el Gobernador Emilio González Márquez y los diputados locales, no pueden, ya que están supeditados al poder fáctico que controla la Universidad de Guadalajara, en la cual manda Raúl Padilla López y en la que el Rector Marco Antonio Cortés Guardado aparentemente sólo es un testaferro.

Las disposiciones de cobrar cuotas obligatorias o supuestamente voluntarias para permanecer o ingresar para estudiar en la Universidad de Guadalajara, violan los derechos humanos de las personas del acceso para todos a la educación superior gratuita, previstos en el "Protocolo de San Salvador" suscrito por México, que en su artículo 13 dice que la enseñanza superior debe hacerse igualmente accesible a todos, sobre la base de la capacidad de cada uno y, en particular, por la implantación progresiva de la enseñanza gratuita.

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