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Lunes, 07 Septiembre 2015 22:36

Diferencias y pugnas anticipan una convulsa renovación en Morena

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Diferencias y pugnas anticipan una convulsa renovación en Morena Karen Martínez

Balcanizado en cuatro grupos que se disputan el control del Movimiento de Regeneración Nacional

(Morena) en Jalisco

el partido lopezobradorista vivirá en la entidad un convulso proceso interno, que pasará primero por la elección de 190 delegados distritales el 27 de septiembre, y luego la elección del nuevo presidente estatal a principios de octubre. Dos candidatos suenan por las dos principales corrientes: Gerónimo Velasco y Salvador Cosío, ambos con pasado priísta.

Las acusaciones mutuas, las denuncias para expulsarse entre sí, e incluso la existencia de dos diferentes sedes del partido donde quienes despachan se dicen legítimos, son algunas de las señales de la división interna.

Mientras tanto, Morena no acaba de despegar en Jalisco, a pesar de que a nivel nacional tiene amplias perspectivas de crecimiento, pues su líder e inminente candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador ya encabeza las encuestas rumbo a la elección de 2018.

De los cuatro grupos que rivalizan por tomar las riendas de Morena, dos son los hegemónicos. Uno lo encabeza el aún presidente estatal, Humberto Ortiz, quien despacha en las oficinas de la calle Simón Bolívar. El otro, lo integran personajes afines al ex diputado federal del Partido del Trabajo (PT) Jaime Bonilla, a la sazón delegado en Jalisco y que tiene sus oficinas en avenida Vallarta.

Además, de los dos grandes grupos, el de Casa Bolívar y el de Casa Vallarta, existen otras dos corrientes, una mediana que encabeza Primitivo Madrigal junto a ex militantes de la Federación de Estudiantes de Guadalajara (FEG), y otra tribu más pequeña pero menos estruendosa, encabezada por el joven ex candidato a alcalde de Zapopan, Marco Tulio Rosas.

Las acusaciones entre los dos grupos hegemónicos florecieron en los últimos días. En una denuncia dirigida al mismísimo López Obrador, los de Casa Bolívar, acusan a los de Casa Vallarta de orquestar una campaña de afiliación masiva con firmas falsas, y también iniciaron un proceso de expulsión contra Jaime Hernández Ortiz, simpatizante de Salvador Cosío.

Antes, Hernández Ortiz también presentó una solicitud de expulsión contra José Luis Sánchez, diputado local por Movimiento Ciudadano (MC) a quien acusan de incurrir en doble militancia, aunque en el Comité Estatal niegan cualquier anomalía.

Las pugnas han impedido que el partido despegue en Jalisco. Mientras que en la ciudad de México Morena ganó la mayoría de los escaños en la Asamblea Legislativa y se quedó con importantes delegaciones como la Cuauhtemoc (el centro del Distrito Federal y del país), Azcapotzalco, Tláhuac, Tlalpan y Xochimilco; en la entidad apenas alcanzó 2.5% de la votación.

Morena en Jalisco no tendrá prerrogativas locales, ni logró meter un solo diputado local en la próxima Legislatura que arranca el primero de noviembre. En la Zona Metropolitana contará nada más con un regidor, en Tlaquepaque: Alfredo Fierros González. Por Jalisco, nada más tendrá una diputada federal, María Antonia Cárdenas Mariscal, quien, aunque es oriunda de la entidad, llegó por la lista plurinominal de Baja California Sur.

El Grupo Casa Bolívar

En el Grupo que atiende en las oficinas del Comité Estatal, ubicadas en Simón Bolívar, participan el todavía presidente de Morena en Jalisco, Humberto Ortiz; el diputado de Movimiento Ciudadano, José Luis Sánchez González (que también es líder de su propia corriente) y personajes como Juan Barajas Godínez secretario de Organización, Crispín Yerena, Mitsuo Hernández y Pablo Arellano Morfín, entre otros.

Sus detractores acusan a este grupo de trabajar en forma encubierta para Enrique Alfaro y particularmente con Carlos Lomelí, diputado federal de MC. Humberto Ortiz trabajó en la empresa de Lomelí antes de asumir como presidente de Morena.

El probable candidato de este grupo sería Luis Gerónimo Velasco González, presidente del Comité Municipal de Morena en Zapopan. Él tiene pasado priísta y también pasado naranja como ex representante de Movimiento Ciudadano en la junta distrital 6 del IEPC en el distrito 06 y es muy cercano al regidor de Movimiento Ciudadano en Zapopan, Hugo Rodríguez Díaz.

Según narran simpatizantes del grupo Casa Bolívar, como parte de los últimos golpes que han orquestado sus adversarios en la guerra intestina por el control de Morena, a Humberto Ortiz le quitaron la posibilidad de ejercer recursos, para dejarla exclusivamente en la Secretaría de Finanzas que encabeza Carlos Gómez.

El Grupo Casa Vallarta

En la campaña del 2015, López Obrador envió a Jalisco a un hombre de todas sus confianzas como delegado del Comité Nacional. Se trata del diputado federal Jaime Bonilla Valdez. El tijuanense llegó al Congreso de la Unión por el Partido del Trabajo. A pesar de que ya existía una sede del Comité Estatal en la calle Simón Bolívar. Bonilla despacha en una vieja casona cerca de un conocido centro comercial de la avenida Vallarta, donde están las oficinas de la Circunscripción.

En este grupo juegan operadores como Carlos Gómez González, Secretario de Finanzas, el abogado Jaime Hernández Ortiz, y Héctor Macías Fuentes, secretario de comunicación de Morena Jalisco.

Sus detractores acusan que este grupo ha enfocado más sus baterías contra Movimiento Ciudadano y no contra el PRI, que debería ser el enemigo natural de Morena.

Apoyan la postulación de Salvador Cosío Gaona. En lo corto algunos integrantes de esta corriente ponderan que el hijo del ex gobernador Guillermo Cosío Vidaurri conoce todos los trapos sucios de priístas, panistas y emeceistas y además de su solvencia económica y por ello sería el perfil ideal para dirigir el partido. Sin embargo, sus detractores le reprochan no sólo su pasado priísta, sino su participación en diversos partidos como el PRD y el extinto Convergencia.

Los otros grupos

Otro grupo lo encabezan liderazgos como Primitivo Madrigal Michel, quien es presidente del Consejo Estatal de Morena y Horacio García Pérez, ex presidente de la extinta Federación de Estudiantes de Guadalajara (FEG), y quien suena como el posible candidato de esta corriente a la presidencia estatal. Ellos formaban parte del grupo Casa Vallarta, pero ahora se han separado luego de un rompimiento entre Madrigal y Carlos Gómez.

El otro grupo, que hasta ahora, por lo menos públicamente, no han entrado al juego de denostaciones porque su estilo es distinto, es el de Marco Tulio Rosas, uno de los cuadros más jóvenes y frescos que tiene el partido. En algunas coyunturas, esta corriente suele jugar con la gente de Casa Bolívar, pero en todo momento dejan en claro que no se prestarán a la guerra intestina.

NOTA RELACIONADA

Humberto Ortiz

06 de septiembre del 2015.- Que no hay pugna intestina en Morena. Más bien los militantes de la izquierda viven la política con mucha pasión. Así lo señaló el presidente estatal de Morena en Jalisco, Humberto Ortiz García, al cuestionársele sobre la guerra por el control del partido lopezobradorista en la entidad.

“Estamos a punto de comenzar la renovación de nuestros órganos de dirección. Vamos a renovar el Comité Ejecutivo Estatal, el Consejo Estatal y se van a renovar 190 consejeros el 27 de septiembre con 19 asambleas, una en cada distrito, para elegir cinco consejeras y cinco consejeros. Y usted sabe cómo somos en la izquierda. ¡Vemos la política con gran pasión! No sólo la política. La vida en general. Y hay distintos puntos de vista”.

Y agregó: “Quiero hacer un llamado a los compañeros de Morena para que sigan viviendo la política con mucha pasión pero que no olviden que hay un reglamento interno, un órgano que decide de qué manera debemos comportarnos todos. Recordemos que quienes hacemos trabajo partidista lo hacemos con recursos de los ciudadanos porque los partidos son instrumentos públicos que se financian con recursos públicos y los ciudadanos no quieren enfrentamientos ni peleas, sino propuestas y soluciones”

-¿Entonces descarta cualquier tipo de división?

-No descarto división interna, puede haber gente que no esté de acuerdo en el liderazgo de algún compañero, que pueda creer en un liderazgo diferente, y está en su derecho de agruparse con los compañeros que considere están de acuerdo con sus ideas. Más bien hago un llamado a que pongamos por encima los intereses de la sociedad, ya no digamos de Morena.

Al cuestionarle sobre los dos grupos -uno encabezado por él mismo- que despachan en dos distintas sedes, respondió: “Pues ojalá tuviéramos más casas, más comités seccionales, comités municipales y distritales y que Morena tenga presencia en todos los rincones”.

“Son chismes de lavadero”: Cosío

Para Salvador Cosío, posible candidato a la dirigencia estatal de Morena, y en dado caso de participar en la contienda interna y de ser el ganador, tendría que dedicarse a sanar las cicatrices, insiste las pugnas internas no lo distraen e insiste en que son “chismes de lavadero”.

“Yo platiqué con Jaime Bonilla, con López Obrador, les dije que quiero aportar. Mi compromiso es motivar a la gente para que siga sumando a este proyecto. Sinceramente no me gustan los chismes de lavadero. Hago mi tarea y buscaré un Morena que tenga fuerza para respaldar el triunfo de López Obrador en el 2018. Sinceramente no me quiero meter en pendejadas”.

Sobre las críticas por su participación en varios partidos, aclaró: “Yo nunca me he aprovechado de ningún partido. Por eso me separé del PRD, por falta de valoración al trabajo de la militancia. No he sido militante más que del PRI y del PRD. He sido congruente. Cuando fui diputado por el PRI en el 2000 subí a tribuna muchas veces para denostar la política foxista y pedir que se castigara a los hijos de Martha Sahagún. Hoy en el gabinete priísta tienen a un foxista como Meade y el PRI postula a los hijos de Martha. Eso es incongruencia”.

Julio Ríos, La Jornada Jalisco

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