"¡Te perdono hijo!", eran las palabras que una y otra vez decía Josefina Guillén García, de 54 años, cuando era acuchillada sin piedad por su vástago, quien la miraba como si éste trajera el mismo diablo por dentro y en vez de detenerse volvía a arremeter contra su progenitora y hasta con más violencia.
Fueron once las heridas punzocortantes las que Guillén Sauno le dio a su mamá: siete en el abdomen, dos más que le provocaron daños en un riñón y otras dos en el pecho que le afectaron un pulmón, por lo cual se debate entre la vida y la muerte en el hospital del ISSSTE, donde permanece internada en el área de terapia intensiva en Atapaneo, Michoacán.
Fue así que el perverso delincuente pretendía huir a la frontera norte del país, pero al no tener dinero se mantuvo oculto para no ser detenido por las autoridades; sin embargo, al conocer del hecho ruin, el segundo comandante de la Policía Ministerial encargado del CPC República "Tres Puentes", José Piñón Álvarez, comenzó a seguir la pista del desalmado hijo.
Al encargarse del caso, el comandante Piñón obtuvo varios indicios que lo llevaron hasta el paradero de Jesús Arturo, a quien junto con sus oficiales de policía lo capturó en una rápida acción cerca de las 08:30 horas del pasado miércoles, en la calle Agustín Castañeda frente al número 228 de la colonia Mártires de la Plaza, de esta capital.
De esta forma, al ser interrogado el inhumano individuo narró cómo atentó contra la vida de su progenitora. Dijo que efectivamente la atacó el martes 27 de noviembre cuando por la noche ella dormía profundamente en la cama de su habitación, en el número 114 de la calle José Cisneros, de la mencionada colonia Mártires de la Plaza.
Explicó detalladamente que al sentirse herida, Josefina le decía "¡Te perdono hijo!", y trataba de frenarlo con sus manos para que no la siguiera acuchillando, pero éste no paró hasta descargar toda su furia inexplicable contra ella.
El hoy detenido comentó que el cuchillo lo tomó de la cocina, y luego de cometer el acto corrió a un terreno baldío del asentamiento antes referido, ubicado en la calle Mártires de la Plaza esquina con la calle José Cisneros, donde lo enterró debajo de un árbol.
Luego, el presunto criminal anduvo a "salto de mata" y trataba de huir del estado, pero al no contar con dinero no lo pudo hacer y el miércoles 5 de los corrientes se dirigió a la casa de una amiga de su papá, donde pretendía buscarla para pedirle "billetes" y así escapar a Ciudad Juárez, siendo en esos momentos aprehendido por los elementos de la Ministerial, que ya le pisaban los talones.
Jesús Arturo también manifestó al fiscal que antes de casi matar a su mamá, desde muy temprano comenzó a emborracharse y a "darse unos pasones" de cocaína, consumiendo cinco dosis que según él "lo pusieron al cien y bien loco". Este individuo está relacionado dentro de la indagatoria 443/2012-XIII-II en agravio de su madre Josefina Guillén, y será el juez competente quien le defina su situación legal. El Occidental