Sin dar su nombre, el Presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que "todo mundo sabe" que José Noriel Portillo, alias "El Chueco", fue quien llevó a cabo estos asesinatos de los sacerdotes jesuitas Javier Campos Morales y Joaquín Mora en Urique, Chihuahua, el pasado lunes en donde también fue asesinado un guía de turistas, y aseguró que ya se cuenta con la suficiente presencia de elementos de la Defensa Nacional (Sedena) en la zona.
En Palacio Nacional, reconoció que no se tiene al día de hoy ninguna explicación de por qué se llevaron los cuerpos de los sacerdotes. En conferencia de prensa "mañanera", el jefe del Ejecutivo federal señaló que se está pidiendo que si se tienen elementos, la Fiscalía de Chihuahua junto con la Fiscalía General de la República (FGR) puedan sacar ya una ficha de búsqueda para buscar a los responsables de estos asesinatos. "¿Hay alguna explicación, aunque sea extraoficial, de por qué se llevaron los cuerpos?", se le preguntó.
"No, no tenemos ninguna explicación, pero pues vamos a investigar y vamos a conocer la verdad, además hay testigos, todo mundo ya sabe que fue esta persona, es el que incluso llevó a cabo la ejecución, de manera directa".
"Se está pidiendo que si se tienen los elementos, ya la Fiscalía de Chihuahua con la Fiscalía General puedan sacar ya una ficha para la búsqueda de los responsables que ayude en este asunto, desde luego hay presencia de la Secretaría de la Defensa Nacional, suficiente presencia", dijo. "¿Cuánto es suficiente?", se le siguió cuestionando en el salón Tesorería.
"Lo que se requiere en estos casos, es que no puedo decir más", contestó.
El líder criminal José Noel Portillo, alias “El Chueco", estuvo cerca de una hora conversando con el sacerdote Jesús Reyes, luego de haber asesinado a los jesuitas, Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar, y un guía de turistas en una iglesia de Cerocahui, en la sierra Tarahumara de Chihuahua.
Lo anterior fue revelado por el sacerdote jesuita, Javier “El Pato” Ávila, en entrevista con Ciro Gómez Leyva.
Según el testimonio, "El Chueco" incluso pidió perdón al sacerdote Reyes por los asesinatos de los jesuitas, pero después se llevó los cuerpos de los religiosos y del guía de turistas, identificado como Pedro Eliodoro P. G. "El interrogante de quien queda con vida es por qué a mí no me mató.
Él estaba en medio de los dos sacerdotes cuando el delincuente con el arma en la mano mata a uno, cae; después se dirige al superior jesuita, también lo mata; pero el asesinato del tercero no siguió", relató el padre Ávila.