Esa cantidad, aseguró, no sólo ha ayudado a que el país tenga una menor inflación, sino que también ha servido para contener el alza en las tasas, ahorrar directamente mil pesos mensuales a las familias y evitar la caída del producto interno bruto en un punto porcentual.
En conferencia remota, Gabriel Yorio, subsecretario de Hacienda, destacó que en materia de finanzas públicas, el desempeño de los principales indicadores resultó mejor de lo programado, además de que la economía mexicana continúa creciendo con equilibrios macroeconómicos sólidos a pesar de un entorno internacional desafiante.
El funcionario destacó que los estímulos a la gasolina representan alrededor de 1.4 por ciento del PIB, y además de evitar que el combustible llegara a un precio de 35 pesos y no de los 22 en que se vende ahora, ayudó a que la inflación esté en alrededor de 8.5 por ciento y no en 13 o 14 puntos; también, es un factor para que la tasa de referencia del Banco de México se ubique en 9.25 y no en niveles de 12 por ciento.
“Cuando suben los energéticos, suele pasar que, como las familias no pueden dejar de comprarlos, recortan otro tipo de consumo. Por eso, en cuanto al beneficio a las familias (del subsidio) hemos contribuido a que eso no pase y estimamos que les hemos ahorrado mil pesos al mes, además de evitar la caída del PIB en un punto porcentual”, precisó.
Según el Informe sobre la situación económica, las finanzas públicas y la deuda pública, entre enero y septiembre el gobierno captó 60 mil 395 millones de pesos por concepto del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), cifra lejana a los 373 mil 422 millones de pesos programados en el gasto de este año, lo que significa que por los subsidios a gasolinas se han dejado de percibir 313 mil millones.
La afectación se da concretamente en el IEPS a gasolinas, pues mientras en ese rubro se registra una pérdida de 85 mil 708 millones de pesos, en el de otros, como el cobro extra por venta de tabacos, hay ingresos por 146 mil millones.
Según el informe, en los primeros nueve meses del año los ingresos del sector público sumaron 4.9 billones de pesos, un crecimiento real de 4.8 por ciento frente al mismo lapso del año pasado. Éstos fueron impulsados por los ingresos petroleros, que ascendieron a un billón de pesos, un alza anual de 35.8 por ciento.
Su dinamismo sirvió para compensar la caída de 0.5 por ciento en la recaudación tributaria, la cual se colocó en 2 billones 899 mil millones de pesos entre enero y septiembre pasados. Asimismo, los ingresos por impuesto sobre la renta crecieron 14.5 por ciento y 1.8 los del impuesto al valor agregado.
El gasto neto total del sector público se ubicó en 5.3 billones de pesos, esto es, un crecimiento real anual de 3.5 por ciento respecto a enero-septiembre de 2021.
El superávit primario se ubicó en 211 mil millones de pesos, mientras el déficit público se situó en 396 mil millones.
En este contexto, los requerimientos financieros públicos se ubicaron en 492 mil millones de pesos, en línea con la evolución estimada para el cierre del año Al cierre del trimestre, la deuda neta del sector público se situó en 13.5 billones de pesos, al tiempo que el saldo histórico de los requerimientos financieros del sector ascendió a 13.5 billones de pesos, equivalente a 46.5 por ciento del PIB.
Yorio afirmó que los indicadores de actividad en el tercer trimestre indican que la economía se perfila a crecer 2.4 por ciento en 2022.