Durante los últimos días el secuestro de cuatro ciudadanos estadounidenses acaparó la atención de los medios internacionales, y poco a poco se fueron revelando detalles del plagio y la lamentable muerte de dos de ellos.
De igual forma, se han manejado algunas hipótesis sobre este hecho violento y el grupo criminal que lo habría realizado, pero recientemente surgió un nuevo nombre en esta triste historia, y es el de Cheryl Orange, otra joven que viajó hasta la frontera con las víctimas, pero no cruzó al lado mexicano.
A través de mensajes de texto enviados a la agencia AP, reveló que fue ella quien denunció la desaparición de sus amigos a las autoridades estadounidenses, pues se suponía que tres de ellos acompañarían a Latavia McGee a Matamoros para hacerse una cirugía estética y regresarían 15 minutos después, lo cual no sucedió.
De acuerdo con su testimonio, los cinco amigos comenzaron su viaje en una minivan blanca alquilada en Carolina del Sur. Todo transcurrió bien y llegaron hasta el sur de Texas, en donde ella finalmente se quedó debido a que no llevaba su identificación para poder cruzar la frontera.
Fue así como determinaron que Cheryl los esperaría en un motel de Brownsville junto con el equipaje de todos, mientras que ellos partieron a México a las 8 de la mañana, por lo que su preocupación se hacía evidente conforme pasaba el tiempo. “Intentó llamar a sus celulares, pero sonaban apagados”, según revela el reporte policial que se inició tras la denuncia.
El documento señaló que un agente le proporcionó a Orange un número telefónico para el puente internacional de la zona, y le recomendó que diera seguimiento con investigadores penales el lunes en caso de que siguiera sin saber de sus amigos.
Hasta el momento se desconoce cómo es que el FBI, que encabeza la investigación del lado estadounidense, recibió el primer informe sobre el secuestro.