Al concluir la Santa Misa del mediodía en la Catedral de Durango, el jerarca de la iglesia católica bajó del púlpito acompañado de un sacerdote y dos sacristanes y al ingresar a la sacristía un hombre alto le preguntó si era el arzobispo a lo que el prelado dijo que si y el sujeto sacó un cuchillo de su manga y se abalanzó para apuñalarlo.

"Yo hice lo que cualquier ser humano hace al ver algo así, protegerme y como vi el movimiento del cuchillo me protegí las costillas", narró el prelado. Dijo que el cuchillo entró a la sotana (indumentaria eclesiástica) por la espalda, pero no alcanzó a tocarle la piel. Un sacerdote y un sacristán lograron detener al agresor quien gritaba groserías contra el arzobispo.

De inmediato sacaron al sujeto de la sacristía y por la parte trasera de Catedral en la entrada del museo de Arte Sacro está siempre una mujer policía quien solicitó los refuerzos policiacos.

De acuerdo a la Dirección Municipal de Seguridad Pública, el sujeto de 80 años portaba dos cuchillos, uno con el que intentó atacar al arzobispo y otro más que no alcanzó a sacar. Faustino Armendáriz en su homilía de este domingo habló de la inseguridad que vive el país con un elevado número de asesinatos, "vivimos un río de sangre", dijo en su homilía mientras que en la conferencia de prensa señaló que por poco él formaba parte de las estadísticas del río de sangre al que se refirió en al mediodía.

El arzobispo no se atrevió a señalar que este atentado provenga del crimen organizado, más bien mencionó que pudiera ser gente enojada o resentida contra la iglesia católica.

A las 16 horas se presentó la denuncia formal ante la Fiscalía General del Estado por intento de homicidio contra el arzobispo de Durango Faustino Armendáriz.