Según versiones periodísticas, Andrea Benítez llegó al restaurante Máximo Bistrot sin reservación, por lo que la dueña del lugar le ofreció el lugar que tenía disponible. Molesta, Benítez amenazó con clausurar el lugar y horas después se colocaron sellos en el negocio.
Vía Twitter, el funcionario reconoció la actitud de su hija como 'inapropiada' y admitió incluso que hubo una 'sobrerreacción' de los verificadores de Profeco.
"Mi sincera disculpa por la conducta inapropiada de mi hija y la sobrerreacción de verificadores de @Profeco. Privilegio sólo para la ley", escribió el funcionario en la red social. Andrea, también vía Twitter, ofreció disculpas "de corazón" por el incidente.
También por medio de una declaración difundida por la Dirección General de la Procuraduría, el funcionario agregó que "ella exageró la situación y las autoridades de la Profeco, que dependen de mí, sobrerreaccionaron indebidamente por tratarse de mi hija".
Recordó que desde la semana pasada se encuentra convaleciente por una intervención quirúrgica y "al enterarme de la situación, de inmediato instruí se suspendiera el operativo, a fin de evitar cualquier extralimitación por parte de los verificadores" .
En el documento, Benítez anunció que ha girado instrucciones a todo el personal para que no se repita una situación de esta naturaleza.
El Universal