A 16 años el nombre de Ricardo Aldape Guerra se encuentra lejano en la memoria colectiva. Pero casos como el suyo se repiten una y otra vez en México.
Apenas la semana pasada el país se indignó por la difusión de un video en el que un funcionario de Tabasco humilla a un niño indígena que vendía dulces en una plaza de Villahermosa. Ayer, un reality show le regaló a ese mismo niño, de nombre Feliciano Díaz, dinero, una computadora y una bicicleta.
Aunque muy distintos en contexto, Ricardo y Feliciano comparten una situación similar: aparecer en la pantalla chica luego de afrontar una problemática que inició lejos de los medios.
Ricardo Aldape Guerra murió en un accidente de automóvil en la carretera de Piedras Negras en agosto de 1997, luego de librar la pena de muerte en Estados Unidos, donde se le acusaba de participar en el asesinato de un policía en Texas en 1982.
Un tribunal de Texas suspendió la sentencia de muerte al encontrar irregularidades en el primer juicio de Ricardo, luego de presiones del gobierno mexicano y de organizaciones en pro de los derechos.
Ricardo volvió a México no sólo como un migrante más, sino como miembro de la telenovela "Al norte del corazón", de Tv Azteca, en la que básicamente era un personaje de sí mismo.
Feliciano no tiene nada que ver con asesinatos y pena de muerte, en absoluto. Pero su historia trágica también fue acogida por los reflectores, como la de Ricardo.
Ayer, Feliciano Díaz acudió al programa Cosas de la Vida, producido por Tv Azteca, luego de haber sido humillado en Tabasco por un funcionario local.
El programa inició con las imágenes del video donde se aprecia que Juan Diego López, quien fuera inspector de Reglamentos en Villahermosa, lo obligó a tirar los dulces que el niño vendía.
Rocío Sánchez Azuara, la conductora, le obsequió a Feliciano útiles, una computadora "y hasta una mochila", así como una bicileta y dinero en efectivo a la mamá del menor.
El caso de Paola Durante es semejante al de Feliciano y Ricardo en cuanto al desenlace. Luego de ser recluida en el penal acusada de participar en el crimen del conductor de Tv Azteca, Francisco Stanley, la edecán terminó como conductora y cantante de esa televisora.
Paola era edecán del conductor cuando ocurrió el asesinato de Stanley al ser baleado por un sujeto cuando salía de un restaurante el 7 de junio de 1999.
En las investigaciones se señaló a la joven como cómplice, pero al final, salió libre, hecho que sirvió para impulsar su carrera en la televisora.
El Universal