"Mientras que un tratamiento tópico proporciona beneficios inmediatos en las capas superiores de la piel -para combatir la celulitis y la piel de naranja-, los complementos alimenticios actúan desde el interior -previniendo la acumulación de grasa y desalmacenando las reservas-. Estos dos gestos son complementarios y juntos proporcionan una eficacia máxima contra la grasa", asegura la farmacéutica Mª Luz García Toro, de Laboratorios Arkopharma. Con la ventaja de que en los cosméticos orales los activos son biodisponibles. Es decir, "tienen capacidad para atravesar la pared intestinal, llegar por el torrente sanguíneo a la piel y ejercer su función", añade la experta. Eso sí, están contraindicados en caso de maternidad o lactancia.
1. GLUCOMANANO
Es el componente activo de la raíz del konjac -planta originaria de Asia-, que tiene la particularidad de absorber más de cien veces su volumen en agua, formando un gel denso en el estómago que no es asimilable por el organismo. "Al llenar en cierta manera el estómago, permite reducir la cantidad de alimento absorbido", explica García Toro. Además, reduce la absorción de grasas y azúcares a nivel intestinal, favorece el tránsito y evita el estreñimiento.
2. FUCUS
Es un alga abundante en las costas rocosas de los mares del hemisferio norte. Muy rica en sales minerales, oligoelementos, vitaminas y yodo. Precisamente, "su contenido en yodo estimula fundamentalmente la glándula tiroides, actuando activamente sobre el metabolismo de los lípidos", según la farmacéutica. Lo que se traduce en una mayor "combustión" de las grasas, particularmente de la grasa acumulada. Pero hay más: su riqueza en fibras vegetales hace que mejore el tránsito intestinal y evite el estreñimiento. Y su contenido en mucílagos ayuda a disminuir el apetito.
3. CAFÉ VERDE
El cafeto es un arbusto que produce unos frutos llamados 'cerezas de café'. Estas cerezas se exponen al sol hasta que se secan y es entonces cuando su pulpa se rompe y libera sus granos, más conocidos como 'café verde'. Pues bien, este café contiene, sin tostar, entre un 6% y un 7% de ácido clorogénico, que inhibe la enzima hepática glucosa-6-fosfatasa, responsable de reservar glucosa -azúcar que a la larga se convierte en grasa- en el organismo. En cristiano, esto quiere decir que evita la acumulación de grasa e incrementa el índice de masa magra.
4. CETONAS DE FRAMBUESA
Es un compuesto fenólico natural -polifenol-, que se elabora a partir del extracto de la frambuesa. "Produce adiponectina, una hormona que regula la producción de glucosa en sangre y la combustión de los ácidos grasos", explica García Toro. Traducción: degrada las reservas de grasa del cuerpo. También libera norepinefrina, una hormona de efecto termogénico, que aumenta la temperatura corporal y con ello el consumo de calorías. Y además, disminuye el apetito y la ansiedad por los alimentos dulces o hipercalóricos.
5. MATE
Es un árbol de largas hojas, con flores blancas y bajas rojizas, originario de Paraguay. Sus principios activos, entre los que se encuentran enzimas antioxidantes, la cafeína, la teobromina, la teofilina y polifenoles -particularmente ácido clorogénico- ayudan eficazmente a quemar calorías y grasa acumulada. Además, recientes estudios revelan que es capaz de modular el apetito, reducir el colesterol malo y aumentar el bueno.
6. GARCINIA CAMBOGIA
Es un arbusto que crece sobre todo en el sur de la India. Libera ácido hidroxicítrico -HCA-, un inhibidor de la lipogénesis, que es el proceso mediante el cual el cuerpo fabrica ácidos grasos y colesterol, y lo almacena. Es capaz de impedir la acumulación de grasa y metabolizar la acumulada. Y bloquea la enzima encargada de convertir los hidratos de carbono en grasa. Exactamente, elimina su exceso en lugar de sumarlo al tejido adiposo. Además, produce una mayor liberación de serotonina en el cerebro, mecanismo principal de la supresión del apetito.
7. GUARANÁ
Es un arbusto originario del Amazonas. Sus semillas contienen entre un 3% y un 5 % de cafeína, porcentaje bastante superior al café o el té. "La cafeína acelera la combustión de las grasas y aumenta el metabolismo basal de las células, de forma que favorece la eliminación de las grasas almacenadas por el organismo y quema más calorías", según la experta. Además, estimula la liberación de catecolaminas, como la adrenalina, que hacen que el organismo queme más rápidamente las grasas.