La instalación HAARP (del inglés High Frequency Active Auroral Research Program, o Programa de Investigación de Aurora Activa de Alta Frecuencia) cerrará a mediados de junio próximo, tras concluir su último proyecto de investigación. La web del proyecto dejó de funcionar a mediados de 2013.
El mantenimiento de este centro, que ocupa una superficie de 121.000 metros cuadrados en Alaska, cuesta a EEUU cinco millones de dólares anuales, aparte de más de 280 millones de dólares que se gastaron en su construcción.
El conjunto HAARP comprende 180 antenas de alta frecuencia, un sistema transmisor cuya potencia alcanza 3,6 megavatios. La función del centro era controlar los procesos en la ionosfera que puedan alterar el funcionamiento de las comunicaciones y los sistemas de vigilancia y radares.
Algunos científicos señalaban que, al calentar la ionosfera, el HAARP se convierte en un mecanismo capaz de desencadenar terremotos. Adeptos de la teoría de la conspiración afirman que es un arma para provocar desastres tanto naturales como tecnológicos, en particular, el accidente del transbordador espacial Columbia en 2003.