De las 800 personas que fueron analizadas por el investigador, el 83% no tenía una vida sexual activa. ¿Coincidencia? Lo más curioso es que esta realidad se contradecía con su perfil, en el que se mostraban como atractivas y deseadas.
Con estos resultados, Van Gallagher llegó a la conclusión de que realizar este tipo de fotografías refleja falta de autoestima y seguridad... ¡Y de sexo!
El Mundo.