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Miércoles, 27 Agosto 2014 03:50

BlackBerry se juega su última carta con un móvil grotesco

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Hacía falta un tipo con arrojo. John Chen es de los que no da nunca la guerra por perdida. Conoce de primera mano las agonías de las empresas en apuros y, lo que realmente valoraron los accionistas de BlackBerry, tiene esa capacidad innata de superar las dificultades y encontrar esperanza donde otros lo habrían dado todo por perdido. Pasar los números de rojo a negro y con un tesón que roza la cabezonería.

 

Este Winston Churchill de la telefonía recibió el complejísimo encargo de resucitar a BlackBerry, un muerto con muchos galones. Y una vez más, ahí donde todo el mundo veía cenizas, Chen prometió dar la vuelta a la tortilla con un memorando a inversores y empleados en el que prometía medidas duras pero, tras las cuales, llegaría el halo de esperanza tan ansiado.

“Esta película ya la he visto antes”, contestó escuetamente cuando se le preguntó sobre el marrón que acababa de adquirir al aceptar el puesto de CEO de la firma canadiense. Las medidas más difíciles no tardaron en llegar con el objetivo de sanear las cuentas, pero ¿y el futuro? Chen juega duro y la firma de Waterloo lanzará un phablet orientado al mercado corporativo: el Passport, un todo o nada repleto de incógnitas.

¿Un phablet? es más que eso...

El cambio de rumbo a nivel de plataforma llegó por desgracia demasiado tarde: BlackBerry 10 era la chica más guapa de la fiesta, pero desembarcó en el mercado cuando estaban ya todos los compromisos cerrados, a pesar de poseer un sistema sólido, sofisticado y un hardware de calidad. Los pocos propietarios de los Z10 y Z30 pueden dar buena cuenta de ello y, de hecho, el Z10 sorprendió a todos al colarse como el segundo smartphone más valorado por los usuarios en un estudio llevado a cabo por J.D. Power, tan sólo por detrás del mismísimo iPhone 5.

Pero ya estaba todo el pescado vendido y BlackBerry 10 se convirtió en una plataforma anecdótica, y la marca perdió posiciones a ritmos de vértigo en el mercado empresarial. Se dice que el nuevo capitán de BlackBerry es un hombre eminentemente pragmático pero, sobre todo, tenaz, así que tras poner en orden las cuentas ha desvelado su segunda gran baza: devolver el entusiasmo al mercado. ¿Cómo hacerlo? con un equipo de rompe y rasga.

Todo a una carta. Si se quiere destacar en un mercado saturado de fuegos de artificio, hay que ir más allá de un listado de especificaciones espectaculares y un diseño rompedor. Chen puso las fichas sobre el tablero. A favor: un irreductible número de fieles usuarios que se resisten a abandonar sus Curve y que profesan, pese a las dificultades, un incondicional amor a la marca.

Las vetustas BlackBerry pueden parecer toscas, pero siguen aguantando  chaparrones y el día a día dando un eficaz servicio a un usuario que no quiere  florituras. La marca cuenta además con un ganado prestigio en el mercado  corporativo. Empresa seria y con móviles que, por lo general, no dan  problemas. 

¿En contra? Podríamos decir que todo lo demás, pero en realidad podremos  reducirlo a un factor clave: la BlackBerry ya no ilusiona. Sacar el viejo móvil  en una reunión o en los bares entre amigos es ya casi objeto de burla entre los  propietarios de flamantes Galaxy o iPhones. Chen sopesó pros y contras y también  aprendió de un craso error de sus antecesores: BlackBerry debería abandonar la  inútil lucha por desbancar a Apple o Samsung del trono de la imagen. Sus equipos  no necesitaban ser los más codiciados del mercado para hacer caja. Y  probablemente nunca lo serían.

Un teclado físico completo con una gran pantalla

Pero… ¿y volver a enamorar a aquellos tozudos clientes que se resistían a  abandonar el clic del teclado QWERTY de sus terminales? El CEO de la firma ha  visto clara la estrategia: centrarse en el mercado corporativo, el mismo que un  día los catapultó a lo más alto, pero saliéndose de las vías convencionales  creando su propio dispositivo.

Habíamos oído hablar ya del Passport, pero se ha filtrado el calendario de lanzamientos de la firma para este año, y  el nuevo equipo estaría a punto de ver la luz. Hemos apuntado que Chen no ha  querido repetir los errores de sus predecesores y ha reivindicado lo básico: un  terminal con teclado físico dirigido al mercado corporativo, pero con un  ingrediente extra, bueno, dos.

Habíamos oído hablar ya del Passport, pero se ha filtrado el calendario de lanzamientos de la firma para este año, y  el nuevo equipo estaría a punto de ver la luz. Hemos apuntado que Chen no ha  querido repetir los errores de sus predecesores y ha reivindicado lo básico: un  terminal con teclado físico dirigido al mercado corporativo, pero con un  ingrediente extra, bueno, dos.

Hasta la fecha, los smartphones con teclados físicos sacrificaban la  pantalla para ubicar el QWERTY en la parte superior, pero Passport ha decidido  unir lo mejor de los dos mundos: un teclado físico completo con una gran  pantalla.

¿Cuál será el sacrificio? Una extraña forma cuadrada del equipo que no dejará  frío a nadie, pero, sobre todo, un extraño teclado de dos líneas al que habrá  que acostumbrarse, aunque parece que esto último no costará mucho. BlackBerry ha  ideado el equipo para que pueda llevarse cómodamente en el bolsillo de la  americana, y tiene toda la pinta de ser un auténtico killer para los  que estén todo el día en la calle.

Sin embargo, salirse del diseño convencional del mercado tiene sus riesgos, y  la delicada situación de la firma no está para muchos experimentos. El terminal  puede ser un pasaporte para una vida mejor, o como apuntan en Fortune, se trata de una bala de  plata para la casa. Posiblemente, la última. 




 

 

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