Este Winston Churchill de la telefonía recibió el complejísimo encargo de resucitar a BlackBerry, un muerto con muchos galones. Y una vez más, ahí donde todo el mundo veía cenizas, Chen prometió dar la vuelta a la tortilla con un memorando a inversores y empleados en el que prometía medidas duras pero, tras las cuales, llegaría el halo de esperanza tan ansiado.
“Esta película ya la he visto antes”, contestó escuetamente cuando se le preguntó sobre el marrón que acababa de adquirir al aceptar el puesto de CEO de la firma canadiense. Las medidas más difíciles no tardaron en llegar con el objetivo de sanear las cuentas, pero ¿y el futuro? Chen juega duro y la firma de Waterloo lanzará un phablet orientado al mercado corporativo: el Passport, un todo o nada repleto de incógnitas.
¿Un phablet? es más que eso...
El cambio de rumbo a nivel de plataforma llegó por desgracia demasiado tarde: BlackBerry 10 era la chica más guapa de la fiesta, pero desembarcó en el mercado cuando estaban ya todos los compromisos cerrados, a pesar de poseer un sistema sólido, sofisticado y un hardware de calidad. Los pocos propietarios de los Z10 y Z30 pueden dar buena cuenta de ello y, de hecho, el Z10 sorprendió a todos al colarse como el segundo smartphone más valorado por los usuarios en un estudio llevado a cabo por J.D. Power, tan sólo por detrás del mismísimo iPhone 5.
Pero ya estaba todo el pescado vendido y BlackBerry 10 se convirtió en una plataforma anecdótica, y la marca perdió posiciones a ritmos de vértigo en el mercado empresarial. Se dice que el nuevo capitán de BlackBerry es un hombre eminentemente pragmático pero, sobre todo, tenaz, así que tras poner en orden las cuentas ha desvelado su segunda gran baza: devolver el entusiasmo al mercado. ¿Cómo hacerlo? con un equipo de rompe y rasga.
Todo a una carta. Si se quiere destacar en un mercado saturado de fuegos de artificio, hay que ir más allá de un listado de especificaciones espectaculares y un diseño rompedor. Chen puso las fichas sobre el tablero. A favor: un irreductible número de fieles usuarios que se resisten a abandonar sus Curve y que profesan, pese a las dificultades, un incondicional amor a la marca.
Las vetustas BlackBerry pueden parecer toscas, pero siguen aguantando chaparrones y el día a día dando un eficaz servicio a un usuario que no quiere florituras. La marca cuenta además con un ganado prestigio en el mercado corporativo. Empresa seria y con móviles que, por lo general, no dan problemas.
¿En contra? Podríamos decir que todo lo demás, pero en realidad podremos reducirlo a un factor clave: la BlackBerry ya no ilusiona. Sacar el viejo móvil en una reunión o en los bares entre amigos es ya casi objeto de burla entre los propietarios de flamantes Galaxy o iPhones. Chen sopesó pros y contras y también aprendió de un craso error de sus antecesores: BlackBerry debería abandonar la inútil lucha por desbancar a Apple o Samsung del trono de la imagen. Sus equipos no necesitaban ser los más codiciados del mercado para hacer caja. Y probablemente nunca lo serían.
Un teclado físico completo con una gran pantalla
Pero… ¿y volver a enamorar a aquellos tozudos clientes que se resistían a abandonar el clic del teclado QWERTY de sus terminales? El CEO de la firma ha visto clara la estrategia: centrarse en el mercado corporativo, el mismo que un día los catapultó a lo más alto, pero saliéndose de las vías convencionales creando su propio dispositivo.
Habíamos oído hablar ya del Passport, pero se ha filtrado el calendario de lanzamientos de la firma para este año, y el nuevo equipo estaría a punto de ver la luz. Hemos apuntado que Chen no ha querido repetir los errores de sus predecesores y ha reivindicado lo básico: un terminal con teclado físico dirigido al mercado corporativo, pero con un ingrediente extra, bueno, dos.
Habíamos oído hablar ya del Passport, pero se ha filtrado el calendario de lanzamientos de la firma para este año, y el nuevo equipo estaría a punto de ver la luz. Hemos apuntado que Chen no ha querido repetir los errores de sus predecesores y ha reivindicado lo básico: un terminal con teclado físico dirigido al mercado corporativo, pero con un ingrediente extra, bueno, dos.
Hasta la fecha, los smartphones con teclados físicos sacrificaban la pantalla para ubicar el QWERTY en la parte superior, pero Passport ha decidido unir lo mejor de los dos mundos: un teclado físico completo con una gran pantalla.
¿Cuál será el sacrificio? Una extraña forma cuadrada del equipo que no dejará frío a nadie, pero, sobre todo, un extraño teclado de dos líneas al que habrá que acostumbrarse, aunque parece que esto último no costará mucho. BlackBerry ha ideado el equipo para que pueda llevarse cómodamente en el bolsillo de la americana, y tiene toda la pinta de ser un auténtico killer para los que estén todo el día en la calle.
Sin embargo, salirse del diseño convencional del mercado tiene sus riesgos, y la delicada situación de la firma no está para muchos experimentos. El terminal puede ser un pasaporte para una vida mejor, o como apuntan en Fortune, se trata de una bala de plata para la casa. Posiblemente, la última.