Según los investigadores que estudiaron el material genético de los restos hallados en un estacionamiento en Leicester, en el centro de Inglaterra, el hallazgo puede tener profundas implicaciones históricas.
Dependiendo de en qué tramo del árbol genealógico ocurrió la infidelidad, el resultado de la investigación puede arrojar dudas sobre el derecho de los Tudor al trono británico o, incluso, sobre el derecho del mismo Ricardo III.
No obstante, los científicos no se plantean qué puede significar esto para la familia real actual, ya que desconocen donde se produjo la o las rupturas en el linaje.
El material genético fue extraído en 2012 de los restos hallados en el sitio donde antiguamente estaba emplazada la Abadía Greyfriars, donde Ricardo III fue enterrado después de su muerte en la Batalla de Bosworth, en 1485.
Un misterio resuelto y otro por resolver
El análisis muestra que el ADN heredado del lado materno coincide con el de los parientes vivos, mientras que el heredado del lado paterno no.
Sin embargo, dada la cantidad de detalles que confirman que los restos son en verdad los de Ricardo III, los científicos concluyeron que la infidelidad es la explicación más plausible.
"Si pones toda la información junta, la evidencia que confirma que es Ricardo III es abrumadora", explica Turi King, líder del proyecto de la Universidad de Leicester.
King dijo que la falta de coincidencia con el lado paterno no había sido una sorpresa ya que investigaciones previas habían mostrado un índice de entre 1% y 2% de paternidad falsa por generación.
La instancia de infidelidad femenina pudo haber ocurrido en cualquiera de las generaciones que separan a Ricardo III del quinto Duque de Beaufort (1744-1803), cuyos descendientes vivos aportaron muestras ADN para compararlas con las del monarca.
"Puede que hayamos resulto un misterio histórico, pero al hacerlo, planteamos una nueva incógnita", le dijo a la BBC Kevin Schurer, especialista en genealogía quien participó en el estudio.
Ricardo III y su rival real Enrique Tudor (más tarde, Enrique VII), eran ambos descendientes del rey Eduardo III. La infidelidad pudo, en teoría, haber ocurrido en la rama que conecta a Enrique con Eduardo o en la que vincula a Ricardo con Eduardo.
Según los investigadores, lo más probable es que haya tenido lugar en la parte del árbol genealógico que no afecta la sucesión real.
Rubio y de ojos azules
Ricardo III fue vencido en el campo de batalla en 1485 por Enrique Tudor. Ese episodio marcó el fin de la dinastía Plantagenet y el comienzo del reinado de los Tudor, que se prolongó hasta la muerte de Isabel I en 1603, quien no dejó descendencia.
Tras la batalla, su cuerpo fue enterrado en Greyfriars.
Los investigadores también verificaron los genes responsables del color de los ojos y el pelo y descubrieron que eran de color azul.
El análisis del cabello indicó un 77% de posibilidades de que haya sido rubio, lo cual no coincide con la descripción que se suele hacer de él.
Pero los científicos creen que su pelo fue rubio en su infancia y se oscureció con los años.
En opinión de Martin Richards, genetista de la Universidad de Huddersfield, en Reino Unido, "el trabajo (del equipo de Leicester) parece haberse hecho con un gran cuidado y me parece muy convincente".
El tipo de ADN materno de Ricardo III era muy raro, dice Richards, y tiene una variante genética adicional que no habíamos visto antes, que "parece ser única en la base de datos que incluye a miles de europeos".
"Por eso estoy de acuerdo (...) en que muy probable sea él".
¿Quién fue Ricardo III?
- Nació en 1452 en el Castillo de Fotheringhay en Northamptonshire.
- Fue coronado en la Abadía de Westminster en 1483.
- Tuvo uno de los reinados más cortos de la historia británica: duró 26 meses.
- Fue el último rey inglés que murió en plena batalla, en Bosworth, en 1485.
- La muerte del rey fue la culminación de una larga guerra por el trono que duró tres décadas.
- Ese fue el final de la dinastía del clan Plantagenet, tras tres siglos de dominio, y el comienzo de los Tudor.
BBC