La dureza de la superficie del cometa es una de la primeras sorpresas, ya que se sabe que el núcleo es menos denso

La temperatura de la zona del cometa en la que está el robot 'Philae' es de -153º C

Hasta ahora, todas las fotografías que habíamos visto del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko eran en blanco y negro y en ellas, este cuerpo celeste aparecía retratado en la escala de los grises. "Es más negro que el carbón", declararon en septiembre los científicos de Rosetta, la nave espacial de la Agencia Espacial Europea (ESA) que el pasado 6 de agosto entró en la órbita de este objeto celeste, y en cuya superficie aterrizó el 12 de noviembre el pequeño robot Philae que llevaba a bordo.

Basándose en datos obtenidos por el instrumento ALICE, los científicos afirmaron que este cometa "era inusualmente oscuro". Pero el equipo investigadores encargado de OSIRIS, uno de los instrumentos que lleva Rosetta, ha difundido una fotografía del cometa a color que ha suscitado dudas sobre si se trata de sus verdaderos colores o se han elegido para destacar ciertas características de su geología: ¿son realistas los tonos marrones, rojizos y anaranjados que se aprecian en la imagen? ¿de qué color es realmente 67P/Churyumov-Gerasimenko?

"Se trata de una composición de tres imágenes de OSIRIS, que están hechas con filtros parecidos al rojo, verde, y azul", explica Michael Kueppers, coordinador de operaciones científicas en el Centro de Astronomía Espacial de la ESA (ESAC) de Villanueva de la Cañada (Madrid), a través de un correo electrónico.

Por lo que respecta a si se trata del color real, Kueppers señala que hay que tener en cuenta qué entendemos por color real. El color de la foto, explica, no es el que vería el ojo humano, que percibiría el cometa mucho más gris.

El contraste entre el rojo y los otros colores, aclara, se ha exagerado en la foto porque "el objetivo es enseñar la diferencia de color sobre la superficie. Pero es cierto que el cometa es rojo oscuro", añade el científico. "Es muy oscuro, pero al mismo tiempo algo rojizo (refleja más luz roja que luz azul)".

"La imagen no es true color [color real], es una composición en la que se realzan ciertos colores", afirma Miguel Pérez Ayúcar, científico de la misión Rosetta en ESAC.

Pérez explica que el color real del cometa "es casi negro, ya que el albedo es muy pequeño (del 3 al 5%), incluso más oscuro que el asfalto. [El albedo es el porcentaje de radiación que una superficie refleja respecto a la radiación que incide sobre ella]. "Si se hiciera un realce del contraste, se verían tonalidades de gris con ciertos matices rojizos y azulados, pero serían muy tenues y sólo un procesado de realce específico de colores nos lo haría apreciar claramente a simple vista", añade.

Imágenes a color

La fotografía a color difundida ilustra la presentación de una jornada que se dedicará a analizar los datos científicos de Rosetta durante el Congreso de la American Geophysical Union (AGU), que se celebrará en San Francisco del 15 al 19 de diciembre. Según explica en su página web la organización estadounidense , el 18 de diciembre los investigadores de esta misión ofrecerán los resultados del análisis de los mapas del núcleo del cometa realizados por el instrumento OSIRIS, que cuenta con varias cámaras y es capaz de trabajar con luz visible, infrarroja y ultravioleta.

"Las fotos que toma la cámara OSIRIS son en blanco y negro. Se pueden construir imágenes de color combinando fotos que están hechas con diferentes filtros ópticos", afirma Kueppers.

Miguel Pérez Aýucar señala que si todas las imágenes difundidas hasta ahora del cometa 67P han sido en blanco y negro es debido, sobre todo, a que la mayoría de ellas han sido tomadas por la cámara NAVCAM, que es en blanco y negro. "OSIRIS, por su parte, se ha centrado durante los pasados meses en caracterizar el cometa morfológicamente de una forma global, más que en el aspecto multiespectral. Además, el enlace de comunicaciones tiene las limitaciones normales de ancho de banda al estar la nave tan lejos en el Sistema Solar y, por tanto el número de imágenes multiespectrales ha sido menor (las multiespectrales son mucho mas grandes que las monocromas)", afirma el investigador.

Kueppers, por su parte, señala que es más complicado construir imágenes a color, a lo que hay que añadir que éstas no aportan mucho más información que las fotos en blanco y negro, pues el cometa es muy oscuro.

Por lo que respecta a las otras cámaras de la misión Rosetta, el científico señala que la cámara ROLIS del robot Philae tiene lámparas de diferentes colores que iluminan la superficie del cometa. Combinando imágenes tomadas con diferentes lámparas se pueden construir imágenes de color, a través de un método parecido al de OSIRIS. "Las otras cámaras de Rosetta no tienen color", afirma.

Las sorpresas de la misión 'Rosetta'

Miguel Pérez Aýucar se encuentra estos días en Alemania para participar en una reunión de científicos de la misión Rosetta , durante la cual están poniendo en común los resultados obtenidos para analizarlos y acordar cómo se planificarán las observaciones científicas en los próximos meses.

"Los resultados científicos aún están siendo analizados, ya que lleva tiempo su interpretación, especialmente tras las dificultades del acometizaje, y su puesta en común y en contexto por todos los instrumentos, tanto en Philae como algunos complementarios en Rosetta. Pero algunos resultados preliminares han sido publicados", señala.

Entre ellos, destaca que la caracterización de la superficie del cometa indica que el lugar en el que aterrizó el robot Philae "tiene una capa cercana a la superficie de hielo (o mezcla de hielo/polvo) compacta, muy dura, con una capa superior de polvo o regolito de unos 10-20centímetros de espesor. La dureza del terreno es una de la primeras sorpresas ya que se sabe que el núcleo es menos denso y, por tanto, internamente debe ser mas poroso", explica.

Los científicos han medido también la temperatura de una zona cercana al punto donde se encuentra el robot Philae, que es de -153º C. Asimismo, varios instrumentos han analizado las moléculas que se desprenden y su composición muestra que tiene "claras trazas de moléculas sencillas, pero también moléculas orgánicas más complejas". Según señala el investigador, ahora están refinando los estudios para determinar su composición exacta. Por último, subraya que "todas las imágenes recibidas nos dan resoluciones desde metros hasta milímetros en la superficie, algo que nunca se había logrado", resume Pérez.