No molesta pese a recibir muchas visitas regularmente
"Un vecino ejemplar". Así describen los habitantes de la apacible Bougival a su más ilustre vecino, el brasileño Neymar, quien pasa sus primeros meses en el París Saint-Germain rodeado de un nutrido grupo de amigos y familiares. Presentado el pasado 4 de agosto, el astro brasileño comenzó viviendo en un hotel parisino, hasta que a comienzos de septiembre se mudó a esa pequeña localidad situada a pocos kilómetros del centro de entrenamiento del PSG y unos 20 al oeste de París.
Allí Neymar cumple una rutina que pasa muy desapercibida para el resto de los habitantes del lugar. Su residencia, construida a los lomos de una colina y rodeada de una frondosa vegetación, dispone de 5.000 metros cuadrados de zonas verdes y de 1.000 metros habitables y el alquiler ronda los 14.000 euros mensuales, según la revista "Paris Match".
La mansión es la misma en la que vivió hace más de una década otro ilustre futbolista brasileño, Ronaldinho, quien jugó en el PSG entre 2002 y 2004. "Está todo tranquilo, no tenemos ninguna queja de ruidos ni nada. Le he visto varias veces y saluda, como todo el mundo. Con Ronaldinho tampoco tuvimos quejas", cuenta a EFE el sexagenario Jêrome, que vive a escasos metros de la mansión.
Siempre rodeado de amigos
Eso sí, el residente de Bougival constata que la ida y venida de vehículos es notable: "Si no me equivoco, creo que ocupan la casa en total 12 personas de manera permanente", entre familiares y amigos. Un movimiento que tampoco incomoda al alcalde de la localidad, Luc Wattelle, quien considera a Neymar "un vecino completamente tranquilo, que encaja con lo que representa" la localidad, de apenas 9.000 habitantes.
En declaraciones a EFE, Wattelle sí que reconoce estar al tanto de la fama de 'fiestero' del '10' y explica que ya ha advertido a los vecinos de que puede haber ruidos molestos. "Por el momento, no hay quejas. Me da la sensación de que (Neymar) tiene un patrón de comportamiento muy profesional", expone.
¿Y el entorno que lo acompaña? El regidor desea que sus amigos y familiares sigan la línea discreta de Neymar. "Toda esta tranquilidad coincide con la temporada futbolística. Luego, en vacaciones, veremos, pero creo que en ese momento él suele regresar a Brasil, por lo que no habrá problema", agrega.
Tener a Neymar como ilustre habitante no ha cambiado la tranquila rutina de esta localidad, tal y como narran Nicolas y Henri, dos adolescentes que pasean por sus calles semidesiertas. "Hubo un poco de más trasiego las primeras semanas de septiembre, pero luego se tranquilizó", comentan. Así lo corrobora el regidor, quien recuerda a un grupo de chicas que se concentraba enfrente de la residencia en los primeros días.
La policía, siempre atenta
Aunque el revuelo pasó, los efectivos de seguridad privada que velan por la seguridad de Neymar y los suyos trabajan sin descanso. En las inmediaciones de la casa del jugador más caro de la historia del fútbol, por el que el PSG pagó 222 millones de euros al Barcelona, se desplaza con asiduidad la policía nacional francesa. "Vienen chavales con frecuencia para intentar verlo", afirma a EFE una policía, poco después de cazar a tres chicos subidos a un muro que rodea la casa.
Mientras la agente identificaba a los adolescentes, de un coche que aparca junto a la puerta de la suntuosa casa descienden dos jóvenes. "Friends of Neymar" ("Amigos de Neymar"), espeta uno de ellos ante la policía.
Otros dos adolescentes que merodeaban la residencia, Karim Benchalal y Maruane Chicheri, aseveran que quien abrió la puerta fue el mismísimo crack brasileño."No me lo creo. ¡Hemos visto en persona a Neymar! Esto se lo tenemos que contar a todos los amigos", dicen al unísono. Realidad o deseo, lo que es seguro es que el futbolista seguirá blindado en su inexpugnable retiro de Bougival.