Como resultado del incidente, las tropas sufrieron graves pérdidas y se vieron obligadas a abandonar urgentemente el punto conflictivo y regresar a territorio israelí.
Según datos preliminares, al menos 12 soldados israelíes murieron en la emboscada y seis más resultaron heridos. En este momento, no está claro cuántos militares estadounidenses pueden haber muerto o herido como resultado de este ataque.
Los detalles del incidente aún no se han revelado, pero vale la pena señalar que las operaciones conjuntas entre los ejércitos estadounidense e israelí en Gaza son poco comunes.
Al mismo tiempo, Israel no ha confirmado oficialmente la muerte de sus militares: la información fue difundida por el bando contrario.