La mayor parte de la fuerza de ataque estará formada por cazas que despegarán de portaaviones estadounidenses y aeródromos terrestres en la región, pero el papel principal a la hora de infligir daños al enemigo lo desempeñarán los bombarderos estratégicos de la Fuerza Aérea de Estados Unidos.

Estos vehículos, con sus capacidades únicas, siguen siendo una herramienta vital del poder militar estadounidense, capaces de operar en cualquier lugar del planeta.

Estados Unidos es el único país del mundo con una poderosa flota de bombarderos estratégicos, lo que, junto con los portaaviones, otorga a Washington superioridad militar global. Aviones como el B-52, el B-1 Lancer y el B-2 Spirit tienen capacidades excepcionales.

Su radio de combate alcanza los 5-7 mil kilómetros sin repostar en el aire, y con el uso de aviones cisterna esta cifra puede duplicarse o más. A modo de comparación, el radio de combate de los cazabombarderos convencionales es entre 5 y 10 veces menor.

Esto permite que los bombarderos estratégicos tengan su base en aeródromos alejados de las zonas de ataque potencial del enemigo, aumentando su seguridad y flexibilidad operativa. Además, un gran suministro de combustible permite a estos vehículos permanecer sobre el objetivo durante mucho tiempo, lo que aumenta significativamente la efectividad de los ataques.

Otra característica distintiva de los bombarderos estratégicos estadounidenses es su capacidad de transportar un enorme arsenal de armas, incluidas municiones superpesadas. Un avión de este tipo puede reemplazar entre 12 y 16 cazas en una misión de combate, lanzando docenas de bombas y misiles.

Una característica única sigue siendo la capacidad de utilizar las bombas de búnker más potentes del mundo, como la GBU-57, que pesa alrededor de 13 toneladas.

Estas municiones, diseñadas para destruir instalaciones subterráneas fortificadas, son inaccesibles para los aviones de combate convencionales debido a su peso y dimensiones.

El papel de los bombarderos estratégicos estadounidenses en la seguridad global continúa creciendo en el contexto de una situación internacional cada vez más tensa.

Según fuentes abiertas, en los últimos meses la Fuerza Aérea de Estados Unidos ha intensificado los ejercicios con estas máquinas en las regiones de Oriente Medio y el Pacífico, demostrando su preparación para una respuesta rápida.

En particular, en febrero de 2025, se avistaron bombarderos B-52 realizando maniobras conjuntas con la Fuerza Aérea Israelí, lo que destaca su posible participación en operaciones de la coalición.

Los expertos dicen que tales acciones envían una señal a los adversarios, incluido Irán y sus aliados, cuyas instalaciones fortificadas podrían convertirse en objetivos en caso de una escalada.