Al menos seis bombarderos estratégicos furtivos B-2 Spirit de EE.UU., con capacidad nuclear, fueron captados en la base de Diego García, situada en las islas Chagos, un archipiélago que conforma el Territorio Británico del Océano Índico.
Las imágenes tomadas por satélite fueron difundidas este miércoles por la compañía Planet Labs a través de AP.
La agencia precisa que el número de bombarderos desplegados creció en comparación con la semana pasada.
El 29 de marzo, se difundieron fotos en las que se observaban cuatro bombarderos B-2.
El despliegue tiene lugar en medio de crecientes tensiones de EE.UU. con los hutíes yemeníes, así como con Irán.
Este lunes, el presidente Donald Trump lanzó una amenaza a los hutíes, respaldados por Teherán, para que dejen de disparar contra los buques estadounidenses. "De lo contrario, esto solo ha comenzado, y el verdadero dolor está por venir, tanto para los hutíes como para quienes los apoyan en Irán", advirtió.
Las tensiones entre Washington y Teherán también están relacionadas con el programa nuclear iraní.
Preocupaciones de ataques de EE.UU. y de Irán En este contexto, crecen las preocupaciones de que los B-2 desplegados en la región puedan ser utilizados para bombardear el territorio iraní.
Daily Mail reportó este miércoles, citando a altas fuentes políticas, militares y diplomáticas, que EE.UU. e Israel se preparan para atacar al país persa.
AP destaca que la base en cuestión se encuentra al sur de la India a una distancia que permite atacar los territorios de Irán y Yemen.
Además, indica que los B-2 "serían cruciales" en caso de una ofensiva de EE.UU. contra las instalaciones nucleares subterráneas de Irán.
Por su parte, The Telegraph reportó este lunes que Teherán podría bombardear la base de Diego García para prevenir que Washington utilice a los bombarderos desplegados allí para atacar el territorio iraní.
Qué sabemos de los B-2 La Fuerza Aérea de EE.UU. dispone de 19 bombarderos B-2, por lo que el número de unidades desplegadas en el Índico representa casi un tercio del total Los B-2 tienen una envergadura de unos 52 metros
Pueden volar 11.112 kilómetros sin necesidad de repostar a una altura de hasta 15.240 metros
Pueden atravesar densas defensas aéreas enemigas y realizar ataques antibúnker con la GBU-57 Massive Ordnance Penetrator (MOP), una bomba guiada de precisión de unos 12.300 kg de peso
Se estima que cada B-2 cuesta unos 1.100 millones de dólares