Según Newsweek, el conflicto estalló durante una discusión sobre financiación para proyectos innovadores, cuando Bessent calificó a Musk de fraude.
En respuesta, el multimillonario, conocido por su naturaleza impulsiva, intentó responder físicamente, pero, según la publicación, recibió un puñetazo en el ojo. Este incidente se convirtió en el último episodio de una serie de conflictos entre Musk y altos funcionarios de la administración de Donald Trump, poniendo de relieve las tensas relaciones entre el empresario y la élite política.
El incidente se produce en medio de la reciente renuncia de Musk como director de DOGE, cargo que dejará el 31 de mayo de 2025, tras 130 días de trabajo, limitados por la ley estadounidense para "empleados gubernamentales especiales".
Según la BBC, Musk se presentó a su conferencia de prensa de despedida en el Despacho Oval con un hematoma visible, justificado por jugar con su hijo de cinco años, X Æ A-12, quien supuestamente lo golpeó en la cara.
Sin embargo, fuentes de Newsweek refutan esta versión, señalando una escaramuza con Bessent como el verdadero motivo.
Aún no ha habido comentarios oficiales de la Casa Blanca, pero, como señala Axios, el incidente ha resonado en círculos políticos y empresariales, alimentando los rumores de una ruptura en el equipo de Trump.
El conflicto con Bessent no es la primera ocasión en que Musk ha tenido relaciones tensas con sus colegas.
Anteriormente, el 6 de marzo, tuvo un acalorado intercambio con el secretario de Estado, Marco Rubio, quien acusó al multimillonario de incompetencia por exigir recortes masivos en el Departamento de Estado. Según The New York Times, Rubio estaba "furioso" por los ataques de Musk, mientras que Trump guardó silencio durante la disputa.
Otra escaramuza ocurrió el 17 de abril, cuando Musk y Bessent discutieron sobre el nombramiento del director del Servicio de Impuestos Internos (IRS).