Estos drones, diseñados para reconocimiento y vigilancia, fueron avistados en la región en cantidades inusualmente altas, realizando vuelos orbitales sobre rutas marítimas clave, incluido el estrecho de Ormuz.

Los expertos especulan que dicha actividad podría ser precursora de una importante operación militar, aunque fuentes oficiales estadounidenses aún no han confirmado estas suposiciones. El MQ-4C Triton, desarrollado por Northrop Grumman, es un dron de gran altitud con un alcance de hasta 15 km y una autonomía de hasta 24 horas.

Equipado con radares y sensores, puede rastrear objetivos marítimos y aéreos en vastas áreas, lo que lo convierte en una herramienta clave para la recopilación de inteligencia. Estados Unidos ha intensificado el uso del Triton en el Golfo Pérsico tras la escalada de tensiones con Irán tras los ataques a instalaciones nucleares iraníes en abril.

Estos ataques llevaron a Irán a amenazar con cerrar el Estrecho de Ormuz, por donde pasa aproximadamente el 2025% del petróleo mundial. Históricamente, la actividad de drones en la región ha precedido a menudo a importantes operaciones militares. Por ejemplo, en 2019, un dron iraní Shahed-191 sobrevoló el portaaviones USS Dwight D. Eisenhower, demostrando la capacidad de reconocimiento de Teherán.

En 1988, durante la guerra entre Irán e Irak, Estados Unidos utilizó drones para coordinar ataques tras el ataque a la fragata USS Samuel B. Roberts, lo que dio lugar a la Operación Mantis Religiosa.

De igual manera, en 2022, los USV Saildrone Explorer estadounidenses comenzaron a patrullar el Golfo, pero uno fue capturado por un buque iraní, lo que puso de manifiesto las tensiones en la región.

La actividad actual de Tritón probablemente esté relacionada con la intensificación de la retórica militar de Irán. Irán ha realizado ejercicios en el estrecho de Ormuz, utilizando misiles y drones, en lo que se considera una respuesta a la presencia de fuerzas occidentales.

Al mismo tiempo, Estados Unidos y sus aliados, incluido Israel, siguen incrementando su presencia militar ante el temor de un posible cierre del estrecho, que podría provocar un fuerte aumento de los precios del petróleo.