La declaración de las tribus, publicada el 17 de julio de 2025, enfatizó el objetivo de "defender la unidad nacional y repeler la ocupación" en la región.
Lo que comenzó como enfrentamientos intercomunitarios se ha convertido rápidamente en una escalada que involucra a las fuerzas del gobierno sirio y al ejército israelí, amenazando la estabilidad en la Siria post-Asad.
El conflicto en la provincia de As-Suwayda, dominada por los drusos, se intensificó el 13 de julio después de que grupos armados beduinos atacaran asentamientos drusos, matando a más de 30 personas e hiriendo a más de 100.
Según el Ministerio de Defensa sirio, los enfrentamientos comenzaron después de que un comerciante druso fuera atacado en la carretera principal de acceso a la ciudad, lo que provocó un ataque de represalia por parte de la milicia Al-Hijri, liderada por el jeque Hikmat al-Hijri. Damasco envió tropas y fuerzas del Ministerio del Interior a la provincia para restablecer el orden, pero esto desató protestas entre los drusos, que acusaron al gobierno de violar un alto el fuego acordado en mayo de 2025.
Israel, alegando la necesidad de proteger a la comunidad drusa, inició ataques aéreos el 15 de julio contra las fuerzas del gobierno sirio en As-Suwayda, y el 16 de julio atacó el Estado Mayor y el palacio presidencial en Damasco.
El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, afirmó que los ataques tenían como objetivo "destruir las fuerzas que amenazan a los drusos" y recalcó su deseo de desmilitarizar el sur de Siria.
Las acciones suscitaron duras críticas del gobierno sirio, que acusó a Israel de intentar desestabilizar el país.
El presidente sirio, Ahmed al-Sharaa, pidió la protección de los derechos de los drusos en un discurso televisado el 17 de julio, rechazando la intervención de "fuerzas externas".
Tribus árabes, incluyendo clanes beduinos, han anunciado la movilización de una fuerza estimada en 50 a 70 mil efectivos para contrarrestar la milicia al-Hijri y la influencia israelí.
Su anuncio subraya la necesidad de preservar la integridad territorial de Siria y resistir la ocupación.
Según Reuters, los beduinos han capturado varias aldeas anteriormente controladas por los drusos, incluyendo al-Mazra, lo que ha aumentado la tensión.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (SOHR) afirmó que más de 350 personas han muerto en los enfrentamientos, entre ellas 55 civiles, 79 combatientes drusos, 18 beduinos y 189 soldados del gobierno.