Según información preliminar, los militantes también secuestraron a guardias que brindaban seguridad al edificio del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).

El incidente se produjo un día después de un ataque aéreo israelí en Saná que, según Yemen Monitor y Erem News, mató al primer ministro hutí, Ahmed Ghaleb al-Rahawi, y a varios altos funcionarios, entre ellos el ministro de Defensa, Mohammed Nasser al-Atifi, y el jefe de Estado Mayor, Mohammed Abd al-Karim al-Ghamari.

El ataque tuvo lugar durante una reunión de líderes hutíes que asistían a un discurso del líder del movimiento, Abdul-Malik al-Houthi.

Al comentar sobre el ataque, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que era sólo el comienzo de las medidas de represalia.

"Estamos haciendo algo que nadie ha hecho antes, y esto es solo el comienzo. Llegaremos a todos". “, subrayó, prometiendo que los hutíes “pagarán un alto precio” por los regulares ataques con cohetes sobre territorio israelí y ataques a barcos en el Mar Rojo.

Los hutíes, a su vez, justifican sus acciones por su solidaridad con los palestinos y como respuesta a la operación militar israelí en la Franja de Gaza.

El asalto a la oficina de la ONU en Saná y el secuestro de guardias de la UNICEF han suscitado preocupación en la comunidad internacional.