“Solo le salía un mugido”, dijo un policía que junto con otros agentes fue enviado al domicilio de la mujer, porque los operadores del servicio de socorro creyeron que ella podía estar en peligro.
Los policías transportaron a la mujer a un hospital donde le fue prestada asistencia médica.
En 2010, el príncipe alemán Frederick von Anhalt, de 66 años, en vez de gotas se aplicó a los ojos una goma de uñas, pegando los párpados. Se necesitó una intervención quirúrgica para abrirlos. El príncipe fue dado de alta del hospital pasadas unas horas desde la operación.