Albert pesa actualmente 130 kilos. Afirma que al arribar al país, tenía 160. Pero ni entonces ni tampoco durante las posteriores renovaciones del visado eso fue acogido como un inconveniente.
El pasado 1 de mayo, las autoridades forzaron a Alberto y su esposa abandonar sus puestos de trabajo en un restaurante. Desde entonces la pareja vive en casa de unos parientes en Auckland, mientras lucha por evitar la deportación.
Los esposos Buitenhuis decidieron presentar una demanda judicial, indicando, en particular, que Albert bajó 30 kilos durante los últimos años, con lo cual fortaleció su salud.
Nueva Zelanda es uno de los líderes mundiales en cuanto a la población con exceso de peso.
RIA