el mundo entero se hizo eco de la terrible aparición que surgió en su pantalla: un hombre con un hacha en la mano acababa de asesinar a otra persona, que yacía muerta en el suelo. El usuario del servicio cartográfico de Google, alertado por lo que vio, presentó una denuncia ante la Policía, que se puso a investigar el caso y descubrió que se trataba de una truculenta broma.
Dan Thompson, un escocés de 56 años, ya se ha disculpado por una actuación que movilizó a las fuerzas de seguridad. Al parecer, fue fortuito que se diera cuenta de la presencia del vehículo de Google. «Por pura casualidad vi el coche de Google que venía a lo largo de la carretera, así que apenas tuve un minuto para entrar corriendo al taller y montar la escena del crimen», ha explicado Thompson a la BBC, afirmando que contó con la ayuda de su amigo Gary Kerr en el papel de «víctima».
El mecánico quedó sorprendido ante el alcance de su broma, y reconoció que en ningún momento pensó que medios de todo el mundo podrían informar acerca del descubrimiento por azar del internauta. Después de conocerse que se trataba de una broma, el caso del «asesino del hacha» ha podido cerrarse desde que se abriera en 2012.