Con pancartas que exigen la libertad y que acusan de represión por parte del Gobierno a estos jóvenes, los manifestantes exigen justicia, pues aseguran, muchos de los detenidos fueron violentados físicamente.
El grupo de inconformes, en su mayoría padres de familia, aún no ha tenido diálogo con la Procuraduría, incluso aseguran no saber la actual situación jurídica de sus hijos. Éste es el caso de Jorge Barragán, padre de Amaranta Barragán, quien fue detenida ayer por la tarde cerca del puente Matute Remus.
"No sé cuál sea su situación jurídica, creo que no encuentran cargos para consignarla, pero sí sé que aún no son turnados al Ministerio Público. Buscamos que se haga justicia, que les den su libertad, porque todo fue obra de provocadores", afirma Jorge Barragán, padre de Amaranta.
Hasta llegadas las siete de la noche de este domingo, los padres de familia no pudieron conseguir un diálogo con las autoridades, por lo que planean cuál será el canal de comunicación o la estrategia para poder hablar este lunes con el presidente municipal de Guadalajara, Ramiro Hernández, quien es, según los manifestantes, el responsable de las detenciones y de dar solución a sus peticiones.
Los padres de familia ya interpusieron un amparo, pero el diálogo ha sido nulo.
Así, las decenas de simpatizantes de frentes y movimientos ciudadanos exigen justicia ante un hecho que, según expresan, fue obra del mismo Gobierno, aunque sí reconocen que la inexperiencia de algunos jóvenes al caer en supuestas provocaciones, obligó a que la Policía efectuara lo que denominaron "cacería de luchadores sociales". El Informador