Su preocupación era que había muchos niños y mujeres asustadas y que nunca escuchó el ruido de las sirenas de los vehículos de rescate: “Para las mujeres ahí mucho asustadas porque traían niños, pues las demás personas, las señoras eran las que pues no lloraban, pero si tenían miedo, miedo a lo que
estaban pasando, no yo no porque dije bueno yo creo que van a venir los de Protección o algunos se van a comunicar ellos mismos verdad, a darnos la mano, pero no, este duramos buen rato todavía ahí gritándole”.
Finalmente, Don Aurelio logró salir de la inundación, agarrándose con fuerzas de una cuerda que alguien tiró desde arriba.
Dice que llegó a la superficie, no vio a nadie que le prestara ayuda y se fue caminando todo empapado hasta su casa en la colonia Auditorio. (Por José Luis Escamilla, Notisistema)