Mediante un comunicado, la dependencia estatal reportó que policías investigadores del área de mandamientos judiciales cumplimentaron órdenes de aprehensión giradas por el juez mixto de primera instancia en Zacoalco de Torres, por hechos ocurridos el año pasado, cuando uno de los ahora detenidos, José de Jesús Ortiz Uribe de 48 años, era alcalde de ese municipio de la región centro de la entidad.
En el documento, la fiscalía detalla que el ex funcionario y su hijo Leonardo de 24 años, operaron para el crimen organizado al entregar a un grupo armado, a dos sujetos que mantenían privados de su libertad en la cárcel municipal, cuyos restos con impactos de bala en la cabeza y unos tres meses de evolución cadavérica, fueron exhumados de una fosa clandestina en el municipio de Cocula, el 22 de mayo del 2012.
"En el caso del ex presidente municipal se estableció que fue él quien ordenó a policías del municipio que dejaran la comandancia en donde tenían detenidos a los dos jóvenes y a éstos los pusieran en el área de la cabina porque iban a pasar por ellos. Lo cual ocurrió posteriormente, ya que un grupo armado arribó a las instalaciones policiales y se llevaron a los dos individuos, que posteriormente fueron localizados sin vida", relata el parte informativo.
Y agrega: "Por su parte el hijo del ex edil, de acuerdo a declaraciones de los arraigados, presuntamente se mantuvo al pendiente de que las indicaciones que dio su padre fueran cumplidas, estuvo presente en la comandancia para preguntar por los detenidos y presenció el momento en que el grupo armado se llevó a los ahora fallecidos".
En las investigaciones derivadas tras el hallazgo de ambos cuerpos, el año pasado fueron arrestados, arraigados y consignados, el director de seguridad pública y cinco policías de Villa Corona.
En sus declaraciones, los elementos confesaron que las dos víctimas, de 25 a 30 años, fueron privadas de su libertad por un comando y que escaparon de una casa de seguridad, que pidieron auxilio en un domicilio de donde los habitantes llamaron a la policía, y que después llegaron los uniformados que los trasladaron a los separos municipales, de donde se los llevó un grupo armado.