En un informe emitido hoy, la fiscalía adscrita al Servicio Médico Forense (Semefo) advirtió que en el área de la agresión quedaron 33 casquillos de bala de diferentes calibres.
A disposición de un agente del Ministerio Público, los detenidos confesaron la ubicación de una finca utilizada como casa de seguridad a la altura del kilómetro 17 de la carretera libre Guadalajara - Colima, al sur de la zona metropolitana de Guadalajara.
Además, a uno de ellos le aseguraron una cámara con fotografías de personas asesinadas.
Con las referencias, agentes de la FGE apoyados por autoridades federales revisaron el predio señalado y encontraron siete cabezas y otros restos humanos en avanzado estado de descomposición, en el interior de bolsas negras.
Esta tarde, el Instituto Jaliscienses de Ciencias Forenses (IJCF) ya realiza peritajes y comparativas de ADN, con otros restos localizados en el sur de Jalisco y que permanecen sin identificar.