De acuerdo con Alejandro Solorio Aréchiga, comisionado de Seguridad Pública del Estado, tras el hallazgo de los restos humanos, agentes investigadores de las áreas de Homicidio y Secuestro de la Fiscalía General del Estado (FGE) siguen trabajando en los kilómetros 11 y 21 de la autopista Guadalajara a Colima, con el fin de encontrar a más víctimas enterradas.
Además, el comisionado informó que los restos humanos hallados la víspera fueron entregados al área de Ciencias Forenses para practicarles análisis de ADN y verificar si corresponden a alguna averiguación de personas desaparecidas. Los detenidos son Héctor Jesús de la Cruz, de 26 años de edad, veracruzano; José Antonio Godínez, de 23 años, originario de Oaxaca; y José Luis López Gómez, de 21 años, nacido en Guerrero. De acuerdo con investigaciones realizadas por la FGE, los detenidos privaron de la libertad a dos hombres en el fraccionamiento Bugambilias, la tarde del pasado martes, y luego los ejecutaron.
Los tres sicarios, capturados por agentes municipales, informan que tenían a un individuo privado de la libertad, en una casa de seguridad en el fraccionamiento El Palomar. La víctima fue encontrada encadenada, además de que revelaron los puntos donde fueron encontradas las siete cabezas, todas de hombres. "No habían pedido ningún tipo de rescate por esta persona, es un tianguista; no sabía por qué lo habían levantado estas personas (detenidos)", dijo Solorio Aréchiga en entrevista.
Tras ésto, agentes investigadores acudieron a la citada autopista para levantar los restos humanos. "Nos llevan a una ubicación sobre lo que es carretera a Colima, lo que es la laguna de Zacoalco de Torres. Nos manifiestan que tienen por ahí algunas personas enterradas", abundó Solorio Aréchiga en entrevista.
Detalló el funcionario que fue necesaria la utilización de máquinas excavadoras de la Unidad Estatal de Protección Civil y Bomberos Jalisco (UEPCBJ) para localizar los restos humanos abandonados en la autopista, en los kilómetros 11 y 21. "Se encuentra trabajando un grupo del área de homicidios en la búsqueda de posiblemente más partes de lo que estas personas mencionaban", dijo Solorio Aréchiga.
Agregó que el trabajo de los detenidos era ejecutar a sus víctimas, y después descuartizarlas y tirarlas en diferentes puntos afuera de la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG), pero todas sus "operaciones" eran realizadas dentro de la metrópoli. La casa de seguridad era utilizada también por otros miembros del CJNG, quienes tenían otro tipo de actividades dentro de la organización. "Servía para mantener privadas de la libertad a las personas y que en algunas otras ocasiones, otros grupos de su misma asociación o agrupación, llevaban personas, y les indicaban si las privaban de la vida, o no", dijo Solorio Aréchiga.
Con información de El Universal