El menor respondía al nombre de Diego Santiago Chávez de 3 años de edad, procedente de Irapuato, Guanajuato; quien se encontraba hospedado en la habitación 334 con sus abuelos maternos.
El niño fue sacado de la alberca por un agente de seguridad del hotel y aunque le dieron los primeros auxilios, ya no reaccionó, luego llegaron paramédicos de la Cruz Roja en la unidad Jal-379, a cargo de Adriana Juárez y tras revisarlo, lo declararon muerto.
En el lugar se presentaron el agente del Ministerio Público, Víctor Hugo Jiménez Orozco; la perito criminalista, Lucia Campos Lara, del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, quienes realizaron las pesquisas correspondientes y posteriormente, trasladaron el cadáver al anfiteatro del SEMEFO.
Cabe mencionar que el chapoteadero donde se ahogó el niño es de 60 centímetros de profundidad y junto a éste, se encuentra instalado un letrero que advierte que la piscina es para niños mayores de 5 años, sin embargo dicha situación no fue tomada en cuenta por los familiares de la víctima. Prensa Global
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