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Lunes, 18 Junio 2012 05:21

Afrontan extranjeros miedo en Chapala Destacado

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UNIÓN. En la región de Chapala, Jalisco, se encuentra la comunidad que integra la mayor concentración de estadounidenses migrantes en el mundo: representan 60% de la población de 8 mil extranjeros. (Foto: RAMÓN ROMERO )

Robos, extorsiones y secuestros son algunos delitos que se han presentado en la zona en los últimos años.

John Hunter tiene miedo. Su casa estilo californiano en la colonia Ribera del Pilar, justo a la mitad del camino entre Chapala y Ajijic, Jalisco, está a cuatro cuadras del inmueble en el que el 19 de mayo se hallaron dos refrigeradores con cinco torsos humanos que podrían pertenecer al grupo de 18 cadáveresdescuartizados y abandonados el 9 de mayo en Ixtlahuacán de Los Membrillos, cerca del Lago de Chapala.

El estadounidense que rebasa los 60 años ya no sale por las noches. Antes veía caminar a mujeres y niños por las calles de su colonia a cualquier hora del día. Hoy, la zona residencial erigida al borde del lago luce desierta.

"Muchos extranjeros se están yendo y ya no van a regresar", expresa el ingeniero jubilado.

En mayo de 2012 Ajijic, elegida desde los años 50 como un destino legendario de retiro, dejó de ser la comunidad paradisiaca para 8 mil extranjeros.

Ese mes la renta de casas por temporada se desplomó, brotaron rumores de que las casas en venta se remataban por la mitad de su valor, un belga sufrió un secuestro express, trascendió la acusación contra la policía estatal por catear la casa de unos canadienses vecinos de Hunter, y la vida nocturna prácticamente cesó.

Como muestra del miedo propagado está el anuncio en inglés que el restaurante Roberto's de Ajijic publicó en un medio local en días pasados: "Horario de emergencia hasta nuevo aviso: cerraremos a las 7:30 de la noche por la seguridad de nuestros empleados y clientes".

Omar Castro, copropietario del restaurante, precisa que acortaron el horario porque después de las ocho de la noche las calles están desiertas, lo cual era riesgoso para sus comensales, "por lo que dimos prioridad a su seguridad".

El director de la policía municipal Reynol Contreras, rechaza que la delincuencia organizada amenace la integridad de la población extranjera. Considera que si bien algunos de ellos han emigrado tras los hechos de mayo, porque siete de los 18 secuestrados eran oriundos del municipio, no debe "magnificarse" el asunto.

El capitán precisa que más bien a partir del 9 de mayo se desató una campaña de extorsiones telefónicas a la población mexicana desde de Tamaulipas que han provocado pánico local, rumores de presuntos secuestros a mujeres y niños y desbandada de estudiantes en escuelas.

El jefe policiaco comenta que recibe notificación de alrededor de 30 llamadas diarias hechas a casas habitación o negocios, pero en cambio, a los extranjeros no les han llamado.

"Aquí el extranjero vive bien, ha estado tranquilo", explica. Considera que quizá la población goza de cierta inmunidad debido a acuerdos entre cárteles: "A lo mejor cada quien marcó su territorio y marcó que a los extranjeros no se les debe hacer nada".

 

CSI en Chapala

Terry Vidal, director ejecutivo de The Lake Chapala Society, la asociación que integra a 3 mil de los 8 mil extranjeros en la región, estima que si bien antes la violencia se desataba entre bandos criminales, comienza a golpear con más frecuencia a la comunidad foránea.

Dice que hace tres o cuatro años se registraban robos en casa habitación por parte del personal de servicio, pero eran sin violencia, hace dos años empezaron los robos de delincuentes armados; en noviembre pasado se ejecutó a un estadounidense en un asalto frustrado en la calle, y este pasado mes de mayo un belga que daba una caminata por un cerro descubrió a un grupo de hombres con personas cautivas, por lo que a él también lo secuestraron por un rato.

"Nadie quiere vivir en un clima así", opina Terry Vidal.

Antes de los hechos de mayo la población extranjera y nacional en el municipio de Chapala y la policía municipal echaron a andar el programa Iniciativa de Seguridad Ciudadana o CSI en sus siglas en inglés (Community Safety Iniciative).

El detonante de CSI fue el asesinato del estadounidense Christopher Kahr, ocurrido en noviembre de 2011.

La coordinación general de CSI quedó a cargo de tres extranjeros y tres connacionales. El programa incluye una línea telefónica 01800 de testigos anónimos, la dotación de celulares a policías responsables por cuadrantes y la creación de la red vecinos en alerta.

En el caso de la comunidad canadiense su consulado triángula las denuncias anónimas con la policía municipal.

Linda Fosi, agente de bienes raíces, encabeza el programa CSI. Dice que ha funcionado exitosamente durante sus cinco meses de vida, y Hillary Clinton, secretaria del Departamento de Estado de Estados Unidos, les hizo saber a través de un intermediario que "es muy interesante lo que están haciendo".

La mujer que ronda los 50 años de edad desdeña el miedo en la comunidad extranjera de Ajijic, dice que si bien hay una caída en la renta de casas, no se ha alterado el mercado de venta inmobiliario.

En otras palabras, niega el rumor de un éxodo de residentes extranjeros y que rematen sus casas para irse.

"¿Sientes miedo? Mira el cielo, mira alrededor", Linda Fonsi sonríe sentada en la sala de su residencia de techos altos, estilo californiano.

"Esos (los narcotraficantes) son chicos que necesitamos regresarlos al camino bueno", añade.

 

Buscan reforzar vigilancia

Fonsi dice que está en proceso una donación monetaria importante al programa CSI por parte de un petrolero texano, y presume que a través de la dotación de celulares a policías adscritos a cuadrantes, cuyos números telefónicos se difunden a la ciudadanía por medio de calcomanías, se tiene un tiempo de reacción de alrededor de tres minutos.

"Voy a retar a cualquier estado de Estados Unidos a que acuda en tres minutos a un llamado de la ciudadanía", enfatiza Linda Fonsi.

Sin embargo, no muestra el mismo optimismo otra integrante de origen mexicano de la coordinación de Iniciativa de Seguridad Ciudadana que solicitó mantener el anonimato. "La policía le explicó a Fonsi que podía opinar lo que quisiera y no le iba a pasar nada porque era extranjera, pero yo soy mexicana y no quiero arriesgarme a hacerlo", comenta.

Dice que después de cuatro meses de creación el programa CSI iba funcionando con éxito. Pero los secuestros y asesinatos de mayo "nos vinieron a arruinar todo, y ahora la gente ya desconfía de toda la policía".

 

Cateos ilegales

El mediodía del miércoles 23 de mayo un comando de policías con el rostro cubierto con pasamontañas, a bordo de cinco patrullas estatales sin placas y con el número de identificación oculto, irrumpió en la residencia de los canadienses Frank y Claire Lyonnais en la colonia Ribera del Pilar. El comando golpeó la puerta de metal del jardín, quitó la chapa con un soplete y se internó en el inmueble.

Hunter, vecino de la pareja que en ese momento estaba en Canadá, escuchó los ruidos. Subió a la azotea de su casa y tomó un par de fotos del operativo con pulso tembloroso. Salieron fuera de foco. Luego llamó a la policía municipal de manera infructuosa mientras el comando irrumpía de igual manera en la propiedad aledaña, también vacía, perteneciente a una familia de Guadalajara. Nada se encontró. El convoy se marchó.

El jubilado notificó a los canadienses por teléfono sobre el allanamiento a su casa. "Están muy asustados", dice.

Se desconoce si hay daños o saqueos en la residencia. Los vecinos atravesaron una cadena en el agujero de la puerta que quedó en el lugar de la chapa y la cerraron con un candado.

Días antes, una amiga de Hunter, Claudia Córdova, activista de la asociación Amigos del Lago, denunció que el pasado 18 de mayo otro comando de presuntos policías estatales irrumpió en su casa, en una colonia popular, sin orden de cateo.

"La psicosis que los mexicanos y extranjeros estamos viviendo se incrementa con este tipo de operativos en los que se violan nuestras garantías", denuncia Claudia Córdova.

 

Los que se quedan

Hunter y su esposa evalúan si deben marcharse de la comunidad que integra la mayor concentración de estadounidenses emigrantes en todo el mundo: representan 60% de la población de alrededor de 8 mil foráneos.

"La gente tiene mucho miedo por los secuestros que hubo, y ahora estamos preocupados por el maltrato (de la policía estatal) a los mexicanos y extranjeros", apunta Hunter.

Otros, como Fonsi, rechazan que vayan a dejar Ajijic: "Yo no tengo miedo y hay gente como yo que nunca se irá". Remata: "Amo Ajijic".

Vidal por su parte expresa que sólo los estadounidenses pudientes pueden mudarse con facilidad de lugar. Pero otros como él, casado con una mexicana, eligieron Ajijic como su proyecto de vida y están completamente involucrados con la población nacional.

El titular de la Lake Chapala Society externa que a él le preocupa no sólo el futuro de la comunidad extranjera en la zona, sino el de la mexicana, por lo que algunos extranjeros como él están dispuestos a defender el territorio de la violencia imperante a través de la organización ciudadana y la capacitación policiaca.

Vidal dice que no será una lucha fácil, pero darán la batalla. Y cita una máxima estadounidense usada en terrenos de combate: "If they are going to shoot us, we are going to go down fighting". En español: "Si ellos van a dispararnos, vamos a caer peleando".

El Universal

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