Los cuerpos de los niños Yamilet Heredia Calderón y José Luis Rosales Arroyo, Chepe, de 4 y 6 años de edad, fueron encontrados este sábado en un ducto de agua abandonado que desemboca en la presa de Cointizio, al norte de la ciudad de Morelia.

Los infantes fueron reportados por sus familiares como desaparecidos ante la Procuraduría General de Justicia en el Estado (PGJE) hace menos de un mes, el pasado 11 y 26 de mayo. Ambos niños vivían en la Tenencia Morelos, de la ciudad de Morelia y eran vecinos y compañeros de juegos.

Este sábado EL UNIVERSAL informó del fenómeno que se registraba en ese pueblo donde en menos de un mes los vecinos aseguran que desaparecieron al menos cuatro menores de edad. Como medida de presión, los lugareños se organizaron y protagonizaron protestas hasta lograr que el gobierno del estado se comprometiera en establecer un operativo especial.

Después de las acciones de búsqueda, ni la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) o la Procuraduría General de Justicia en el Estado (PGJE), han presentado a presuntos responsables de las desapariciones.

El titular de la Secretaría de Seguridad Pública de Michoacán, Elías Álvarez Hernández, quien se ha negado reiteradamente a conceder entrevista, confirmó el hallazgo de los dos cuerpos y la identidad de los menores, luego de que una unidad canina recorrió la zona y dio con los restos, primero del niño y después el de la pequeña, separados entre sí a una distancia aproximada de un kilómetro y medio.

Las autoridades aseguran que “se avanza en la indagaciones”, pero se niegan a dar a conocer las líneas de investigación que se siguen en este caso que ha cimbrado a la opinión pública de Morelia.

Para rescatar los cuerpos fue necesario montar un fuerte operativo entre autoridades, rescatistas y voluntarios a lo largo del antiguo canal de aguas negras ubicado en los límites de la ciudad, en la localidad de Zimpanio, debido a lo accidentado del terreno, lo que requirió de más de cuatro horas de labor.

Los cadáveres presentan un avanzado estado de descomposición; se presume que pudieron haber muerto hace una semana.

Desde el 29 de mayo, los vecinos y familiares de los menores encabezados por el jefe de la Tenencia Morelos, Roberto Carlos Vidales, salieron a las calles para demandar que la Policía Estatal, Municipal y el Ejército Mexicano realizaran una revisión en la zona. Los vecinos culpan a una supuesta banda que dicen que opera ahí. Hasta el momento se desconoce el paradero de Elvis Cheyenne Durán, de 15 años, y el de otro menor de 7 años, cuya identidad no ha querido ser dada a conocer por su familia.

El Universal