Hace una década, el salario promedio en el sector manufacturero mexicano era 237.9 por ciento más elevado que en China, medido en dólares. Esa diferencia prácticamente se esfumó. En el último año fue de sólo 7.3 por ciento y la brecha se sigue cerrando, según datos de la Organización Internacional del Trabajo y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
“México es nuevamente un caso de éxito exportador, pero de fracaso en términos de crecimiento y bienestar”,comentó José Luis Calva Téllez, investigador del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México.
En instancias del gobierno mexicano, como la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), se manifestó esta última semana que el aumento de la participación de los productos manufacturados en México en el total de las importaciones que realiza Estados Unidos era una muestra de la fortaleza de la economía nacional.
“México vuelve a ganar mercado (en Estados Unidos) y tiene un desempeño superior en manufacturas”,comentó el viernes Juan Manuel Valle Pereña, titular de la unidad de banca y ahorro de la SHCP, en un foro de la Asociación de Sociedades Financieras de Objeto Múltiple de México (Asofom), en Mérida.
Entre enero y junio pasados, los productos mexicanos representaron 14.2 por ciento del total de las importaciones realizadas en ese periodo por Estados Unidos, según datos oficiales. La cifra representa un aumento de tres puntos porcentuales de cuota de mercado respecto de 2006. En sentido inverso, la participación de los productos chinos en el mismo destino disminuyó a 26.5 por ciento del total, después de alcanzar un máximo de 30 por ciento en 2009.
El 20 de septiembre pasado, durante una reunión en Londres, Manuel Sánchez, subgobernador del Banco de México, detalló que México se ha convertido en líder exportador de varios productos, según una presentación difundida en la página de Internet del banco central.
México es líder en exportación de carros de ferrocarril y cerveza y el número dos en motores de vehículos para transporte, refrigeradores y televisores; ocupa la tercera posición como exportador de tractores y el quinto en motores eléctricos y generadores.
“Estamos hablando de un auge exportador que no se ha trasladado en beneficios para los trabajadores mexicanos”,apunta José Luis Calva.
Los bajos salarios en México explican en lo fundamental el aumento de la participación de mercado de las exportaciones mexicanas en el mercado de Estados Unidos, comentó Tomás Málaga, economista en jefe del banco brasileño Itaú, el mayor de América Latina, entrevistado el viernes pasado.
No es poca cosa, ni en términos de bienestar o de fortaleza del mercado interno, el castigo a los salarios de los trabajadores de la industria manufacturera. Dos terceras partes de la economía mexicana está representada por el sector de los servicios, pero la actividad industrial contribuye con 30 por ciento del producto interno bruto y ocupa a una cuarta parte de toda la fuerza de trabajo del país, según datos del Banco de México.
“Es una desgracia nacional”que el aumento de la participación de los productos mexicanos en las importaciones de Estados Unidos se esté dando a costa de los bajos salarios que se pagan aquí respecto de los de China, expuso José Luis Calva. Ese incremento de las exportaciones es producto de la degradación del poder adquisitivo de los trabajadores mexicanos, consideró.
“China está creciendo más de 8 por ciento al año porque gracias al mejoramiento de los salarios tiene un pujante mercado interno. Mientras, México no tiene un sólido mercado interno y por eso, aunque hay un sector exportador dinámico, la economía no crece”, comentó. El especialista aseguró que el poder adquisitivo del salario promedio de los trabajadores chinos es ya 1.7 veces el de sus contrapartes mexicanos, una situación que es totalmente inversa a la que ocurría hasta hace pocos años.
“Muchas de las exportaciones de México a Estados Unidos son de empresas estadunidenses o sea son prácticamente cuentas entre compañías, no son exportaciones que ejerzan una fuerza de arrastre significativo sobre el aparato productivo mexicano, por eso es que la economía mexicana está en la chilla”,comentó.
Si en México persisten la situación de decadencia del poder de compra de los salarios será imposible construir un sólido mercado interno, sin el cual “la economía mexicana no funciona”, añadió. Por eso es “una desgracia el deterioro de los salarios en México”.
Existe un círculo vicioso, describió: bajos salarios, bajo crecimiento económico, competencia con base en bajos salarios, mayor deterioro del mercado interno.