Sin embargo, especialmente en el caso de las mujeres, no siempre es sencillo conseguirlo. Y, aunque como explica Navya Malini en Times of India “no es necesario tener un orgasmo cada vez que se tienen relaciones sexuales”, lo cierto es que muchas personas se frustran si sus parejas no disfrutan al mismo nivel. Toca fingir.
Cuando alcanzar o no el clímax se convierte en un motivo importante para hacer sentir feliz a tu pareja y empiezas a ver claro que desde luego ese día tú no vas a llegar de ninguna de las maneras, puedes trucar los resultados de la partida poniendo un poco de tu parte. Pero no lo tomes como costumbre sino como algo puntual.
Aunque sepas que no vas a tener un orgasmo, no te evadas de la situación porque al fin y al cabo sigues ahí. Es más, date una oportunidad, lo mismo te animas a ti misma si te crees tu propia pantomima.
Fingir un orgasmo –particularmente si estás en pareja y conoces los gustos de la otra persona– es bastante más sencillo de lo que crees. Utiliza estos consejos para meterte en situación y haz que tu personaje sea de Oscar.
Utiliza un lenguaje sexy y excitante
Igual que tú te sientes mejor si tu pareja te dice algo bueno al oído –entendiendo por “bueno” algún comentario acorde a la situación, nada en relación a lo bien que puedas hacer sudokus–, del otro lado suele pasar lo mismo. Hacer saber verbalmente que estás excitada y que también estás disfrutando puede ayudar a la otra persona a tener un orgasmo.
Puede ser un cumplido sobre la manera en que te besa o te toca o cualquier otra cosa que sepas que le excita. “Esto hará que los dos estéis implicados hasta el último minuto”, explica Malini. Si utilizas las palabras correctas y el tono adecuado –suave y sexy–, conseguirás que tu pareja se sienta mejor y se anime para culminar el acto.
Acompaña tu puesta en escena de gemidos y ruiditos suaves
Cuando estás practicando sexo y te das cuenta de que te va a resultar muy difícil conseguir alcanzar ese placer culminante, puedes conseguir que la otra persona ni se huela la tostada actuando como normalmente harías si sí fueses a tener un orgasmo.
Haz los mismos movimientos excitantes y placenteros qué harías y utiliza los gemidos y sonidos suaves que sabes que le gustan. El objetivo es “hacer que tu pareja sienta que estás disfrutando por igual de la experiencia apegándose a los sonidos que haces normalmente”.
Muévete y pégate bien
Cuando estás fingiendo, “además de lo que dices, lo que haces también importa mucho” explica Malini. No todo el mundo sabe fingir igual de bien, pero el truco de acercarte mucho y usar tu cuerpo como “escudo” para que la otra persona te sienta cerca y le de placer evadiéndose de si estás haciendo tal o cual ruido o qué gestos estés poniendo, suele funcionar.
Un besito por aquí, un bocado por allí y una caricia suave por allá”, como sugiere Malini, hará que tu pareja sienta que te atrae y necesitas tener contacto físico en un momento de unión como es practicar sexo.
Es fundamental no exagerar el lenguaje corporal para que no se dé cuenta de que estás fingiendo. Aunque después se lo puedes decir si quieres y lo ves apropiado, si se nota mientras practicáis sexo sólo destruirás el momento. Ante todo hay que ser sutil en nuestros movimientos, ruidos y alabanzas.
La cara B: fingir orgasmos puede acabar con tu vida sexual
Según un estudio, los hombres tienen el doble de posibilidades de tener un orgasmo que las mujeres, pero eso no quita que quieran saber que ellas también alcanzan el placer de vez en cuando y, de paso, sentir que su papel en la cama no es unidireccional.
En opinión de Talia Baurer, columnista de sexo para la Wesleyan Argus, fingir un orgasmo puede lastimar realmente una relación aunque lo hagamos con buenas intenciones. Aunque pensemos que estamos ayudando a la otra parte a “sentirse mejor consigo mismos” podría desembocar en verdaderos problemas de comunicación y entendimiento.
Si lo hace a menudo y tu pareja lo sabe o percibe, puede que decida que tampoco quiere practicar sexo ni llegar al orgasmo porque no le agrade saber que finges.
“Cuando el orgasmo es falso les estás comunicando con claridad a tu pareja que lo que están haciendo es lo correcto” de tal manera que pensará que todo está bien cuando en realidad no te está gustando. Es injusto porque si se entera pensará “lo estás haciendo mal: ella no tiene orgasmos”, lo cual resulta frustrante y desalentador.
El Confidencial