A los campesinos les llamó la atención de que el canal que utilizan para el desalojo del agua de lluvia, había incrementado su tamaño por el deslave de la tierra, al acercarse para verificar lo ocurrido encontraron lo que parecían ser un esqueleto humano dentro de una bolsa de plástico negra.
Al lugar arribaron elementos de la policía municipal de Tlajomulco, y de la Secretaría de Seguridad Pública quienes corroboraron los hechos y pidieron el apoyo del Ministerio Público y del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses.
De acuerdo con las primeras observaciones hechas por los peritos forenses, el cuerpo tenía una evolución cadavérica de al menos tres meses, por lo que no se pudo determinar en el lugar cuáles fueron las causas de muerte, pues prácticamente lo único que quedaba de la víctima era el esqueleto.
Fue necesario realizar una excavación minuciosa en el lugar, para descartar que en la fosa clandestina se encontraran otros restos humanos, lo que se complicó debido a la falta de luz una vez que cayó la noche.
El cuerpo se encontraba atado de pies y manos y había sido enterrado dentro de bolsas plásticas de color negro, sin embargo con las condiciones del terreno y el clima la cabeza queda descubierta.
Fuente: Ricardo Franco, Milenio
Los campesinos aseguraron desconocer quién o quiénes pudieron haber realizado el entierro, debido a que en el lugar no se encuentran viviendas, únicamente las parcelas por lo que se desplazan todos los días a caballo, y por las noches el lugar esta desolado.
El cuerpo del hombre fue llevado a las instalaciones del Servicio Médico Forense para realizarle las pruebas de ley y tratar de determinar las causas de la muerte, así como el género y la edad.